El sargento de Mossos d'Esquadra Lluís Escolà durante su declaración ante el tribunal

El sargento de Mossos d'Esquadra Lluís Escolà durante su declaración ante el tribunal TSJC

Política

El mosso que se jactaba de escoltar a Puigdemont dice ahora que lo hizo a título personal

Escolà sostiene que no tenía la capacidad física para desempeñar servicios de protección, un argumento que la fiscalía ha rebatido

13 julio, 2023 12:47

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Lluís Escolà, el sargento de Mossos d’Esquadra procesado junto al exconseller de Interior Miquel Buch por presuntamente desempeñar funciones de escolta para el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont en el exterior mientras cobraba como asesor, ha negado que prestara estos servicios. Pese a que él mismo se presentaba en su cuenta de Twitter como escolta de Puigdemont, en su declaración ante el tribunal este jueves ha asegurado que lo acompañó a título personal.

Escolà, que fue jefe del dispositivo de escoltas de los expresidentes Pujol, Maragall, Mas y Puigdemont, solo ha respondido a las preguntas de su abogada, Isabel Elbal. El procesado ha declarado que cuando acompañó a Puigdemont en su fuga “no había ningún dispositivo de seguridad” y que lo hizo durante sus vacaciones. “Me pidió que si lo podía acompañar en un viaje privado y le dije que sería un honor y que lo acompañaría en lo que necesitara”. 

Siguió viajando en su etapa como asesor

Preguntado sobre por qué no trabajó como sargento de Mossos d’Esquadra desde la fuga del expresident hasta su nombramiento como asesor -periodo en el que habría hecho varios viajes- Escolà ha alegado que tenía "horas acumuladas" de las que podía disfrutar. “Lo comuniqué a través de una app y nadie me dijo que fuese un exceso porque, además, no había trabajo que hacer porque no había Govern”.

En marzo de 2018 Escolà encadenó este periodo de vacaciones con una baja médica tras ser intervenido de la espalda, un hecho que le impedía seguir desempeñando trabajos operativos. Fue entonces cuando recibió la oferta del Departamento de Interior para incorporarse a la Consejería como asesor experto en seguridad por su conocimiento sobre los Mossos d’Esquadra. Según él, el equipo médico le aseguró que podía pedir el alta dado que no tendría que hacer “de policía, sino más bien de oficinista”. “Para mí era un honor ayudar al conseller, porque sé que estaba solo”. Preguntado sobre si este nuevo cargo era incompatible con seguir realizando viajes, ha respondido que no, siempre y cuando estuviera localizable. 

"No tenía las condiciones físicas"

Sobre los hasta 18 viajes que hizo cuando ya ocupaba un cargo como asesor para presuntamente proteger al expresident en Bruselas, Waterloo (Bélgica), Zúrich, Delemont (Suiza), Múnich (Alemania), Ámsterdam (Holanda), Vagar (Islas Feroe), Ginebra (Suiza) y Dublín (Irlanda), Escolà ha argumentado que nunca actuó como escolta, sino que el único motivo es que les une una estrecha amistad.

Ni me lo pidieron, ni tenía las herramientas, ni el equipo de gente ni las condiciones físicas”, ha alegado, en referencia a la lesión de su espalda. Sin embargo, la fiscalía ha desmontado este argumento. Sostiene que si pudo hacer un viaje de 18 horas en coche hasta Bélgica, coger numerosos vuelos y estar de pie en actitud de vigilancia, como acreditan las imágenes, sí podía proteger al expresident. "Quizás no un enfrentamiento físico, pero sí garantizar su seguridad e impedir que lo increpasen o se le acercasen". 

Daño reputacional para los Mossos

Durante la lectura del escrito final de acusación el fiscal ha afeado a Escolà que presumiera de proteger al expresident fugado. “Como sargento de Mossos d’Esquadra debe tener un comportamiento intachable y ejemplar en todo momento” le ha reprendido el representante del ministerio público. En relación con los tuits en los que se jactaba de ser su escolta, el fiscal ha argumentado “¿Podría un mosso alardear de que consume marihuana en sus redes sociales? No es un delito, pero hombre, si sus compañeros luchan contra este fenómeno sería cuanto menos extraño, anómalo y estaría fuera de lugar”.

“¿Se puede alardear entonces de prestar seguridad a una persona en rebeldía, sobre el que pesaba además una requisitoria del Tribunal Supremo?”, ha añadido el fiscal, que ha denunciado que tanto el exconseller de Interior Buch como el sargento Escolà “han producido un grave daño reputacional al cuerpo de Mossos d’Esquadra”, que se esfuerza por integrarse en el orden internacional, por lo que este hecho debe ser tenido en cuenta por el tribunal.