El exconseller de Interior de la Generalitat de Catalunya Miquel Buch (d) durante un juicio en la Audiencia de Barcelona, a 28 de junio de 2023, en Barcelona

El exconseller de Interior de la Generalitat de Catalunya Miquel Buch (d) durante un juicio en la Audiencia de Barcelona, a 28 de junio de 2023, en Barcelona DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Política

Buch llega a alegar que no le gusta leer para justificar al mosso que protegió a Puigdemont

El ‘exconseller’ de Interior sostiene que no vio los mensajes que Escolà publicaba en Twitter porque no gestionaba sus redes y que las preguntas parlamentarias no le hicieron sospechar

13 julio, 2023 11:50

Noticias relacionadas

El exconseller de Interior Miquel Buch, procesado por los delitos de prevaricación y malversación por presuntamente contratar como asesor de su consejería a un mosso para prestar servicios encubiertos de seguridad al expresident de la Generalidad Carles Puigdemont en el exterior, ha negado todos los hechos de los que se le acusan en su declaración ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Barcelona este jueves. 

Buch ha rechazado cualquier relación entre la contratación como asesor de Interior de Lluís Escolà, que fue jefe operativo de la Unidad de Escoltas de Presidencia durante el mandato de Puigdemont, y los servicios de seguridad que se prestaron al expresident tras su fuga. A preguntas de la fiscalía, que ha insistido en saber si el expresidente huído de la justicia le pidió personalmente que se activara un servicio de protección, Buch lo ha negado. “Nunca hablamos de un servicio de escoltas, solo sobre la activación de la oficina del expresident”.

Quería conocer la situación de los Mossos

Sobre los motivos por los cuales escogió a Escolà como asesor de Interior, Buch ha argumentado que, tras su llegada a la Consejería de Interior la situación que se encontró con respecto al cuerpo de Mossos d’Esquadra fue “muy tensa”. “Veníamos del atentado del 17A, del 1-O, de la aplicación del 155 y teníamos, además, a 74 mandos imputados con cargos penales”, ha explicado Buch.

El 'exconseller' Miquel Buch declarando en la Audiencia de Barcelona

El 'exconseller' Miquel Buch declarando en la Audiencia de Barcelona TSJC

Por eso, ha reiterado, buscó a alguien para que le desgranara la situación desde dentro del cuerpo policial, muy tensionado. Según Buch, habló con cuatro o cinco personas de su confianza, a las que explicó que en el hipotético caso de llegar a ser conseller --el gobierno se formó seis meses después de las elecciones-- necesitaría su ayuda. “Cuatro me dijeron que no, porque a los policías les cuesta mucho significarse políticamente con un partido porque la carrera es finita y después tienen que regresar al cuerpo”, ha argumentado. Fue entonces cuando, según él, salió el nombre de Escolà, al que asegura que “no conocía de forma personal, aunque sabía quién era”.

No recuerda si lo vio en Waterloo

Buch ha declarado que sabía que Escolà padecía un problema de salud grave, que le afectaba a la espalda, y que le pareció “positivo” porque no tendría que volver al cuerpo tras su paso por el Departamento de Interior y sería más fácil que aceptase su propuesta. También ha reconocido que conocía que tenía un expediente abierto por acompañar a Puigdemont en su huida a Bélgica, pero que no le dio importancia porque muchos mossos tienen sanciones.

Carles Puigdemont (d) en la sede de Bruselas del Parlamento Europeo

Carles Puigdemont (d) en la sede de Bruselas del Parlamento Europeo Europa Press Bruselas

Sobre el hecho de que el expediente se cerrara el día anterior a nombrar a Escolà como asesor, Buch ha asegurado que no intercedió ni en la sanción ni en el proceso. Sin embargo, la fiscalía ha puesto de manifiesto que la plaza se activó, de forma casual, coincidiendo con el cierre de este proceso sancionador. 

Sobre los viajes que Escolà realizó a Bélgica y otros países de Europa para, presuntamente, desempeñar tareas de vigilancia, protección y seguridad para el expresident de la Generalitat fugado, Buch ha asegurado que no estaba al corriente de ello. Aunque previamente ha expresado que lo conocía de vista, el exconseller ha añadido que no sabría decir si se lo encontró en la casa de Puigdemont en Waterloo. “Siempre había mucha gente con él: amigos, conocidos… Ni me fijaba. Las reuniones las hacíamos en su casa, no sé si había vigilancia. No lo puedo garantizar, quizás algún día lo vi”, ha relatado. 

"No me gusta leer"

Sobre los informes que elaboraba Escolà en su etapa como asesor --el único vestigio de su paso por la Consejería-- que los mossos calificaron como “pobres” e “insustanciales”, Buch ha aclarado que para él no eran informes sino “anotaciones”. “A lo que algunos llaman informes, yo les llamo notas, a partir de las cuales me preparaba mis discursos, que unas veces me salían mejor y otras peor”, ha reconocido. Ha manifesado que él mismo ordenó que fueran escuetas porque "no me gusta leer". 

Según él, la condición sine qua non que trasladó a Escolà tras su nombramiento como asesor en julio de 2018 fue que tuviese disponibilidad absoluta para él y para “el país”. Mientras estuviese localizable, no le importaba desde dónde trabajase. “No tengo costumbre de preguntar a la gente dónde está. Yo necesitaba de él información, no sus coordenadas”, ha reiterado. Por eso, ha asegurado desconocer si mientras trabajaba como asesor para su consejería se encontraba fuera de Cataluña.

Ni Twitter ni las preguntas parlamentarias

Buch también ha negado que supiese que Escolà se encontraba en Bélgica junto a Puigdemont pese a que el acusado era muy activo en redes sociales, donde se presentaba a sí mismo como escolta en activo del expresident. El exconseller ha alegado que por el bien de su salud mental, cuando llegó al Departamento delegó en su equipo la gestión de sus redes. “Quería alejarme de los comentarios de Twitter, porque decían cosas no muy agradables sobre mi persona”.

El exconseller de Interior de la Generalitat de Catalunya Miquel Buch a su llegada a un juicio en la Audiencia de Barcelona, a 28 de junio de 2023, en Barcelona

El exconseller de Interior de la Generalitat de Catalunya Miquel Buch a su llegada a un juicio en la Audiencia de Barcelona, a 28 de junio de 2023, en Barcelona DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Tampoco sospechó nada tras recibir varias preguntas parlamentarias referidas específicamente a las tareas de Escolà en el extranjero, pese a que una de las respuestas fue firmada por él mismo el 3 de diciembre de 2018. “Algún conocimiento sí tenía”, ha reconocido. Sin embargo, ha argumentado que “contando que era el departamento que más preguntas recibía, en un contexto en el que el país ardía, tras el 155 y el 1-O, intenté sacar al cuerpo policial de la picota social y de los periodistas. Para mí fue una más”. "¿No le hizo esto saltar las alarmas?", ha repreguntado el fiscal. "No", ha zanjado Buch. 

Piden seis años de cárcel

El fiscal Pedro Ariche ha mantenido la petición de seis años de cárcel y 27 de inhabilitación para el exconseller de Interior Miquel Buch por presuntamente designar a Lluís Escolà como cargo de confianza para que escoltara al expresident del Govern Carles Puigdemont en el extranjero tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución.