Salellas, “uno de los nuestros”: las sagas familiares que mandan en Girona

Corría el año 2016 y Benet Salellas, diputado de la CUP, intervino en el Parlament con un discurso incendiario contra las vinculaciones de la política y los consejos de administración. “Cataluña tiene que dejar de estar en manos de unas pocas familias”, dijo. Siete años después, su hermano Lluc será investido alcalde de Girona gracias a un pacto entre los antisistema, Junts per Catalunya y ERC para impedir que la vencedora en las elecciones municipales del 28M, Sílvia Paneque (PSC), acceda a la alcaldía.

La anécdota la recogen Miquel Macià y Pep Martí en el libro Els que manen. Vida i miracles de les 50 famílies que mouen els fils de Catalunya (Saldonar). Los Salellas son una de ellas. El futuro alcalde es hijo de un abogado estrella de Girona que dejó una considerable fortuna –incluidas diversas propiedades— a sus hijos, quienes heredaron también su ideología izquierdista y radical.

Por encima de las ideologías

Pero en Girona, la influencia de familias bienestantes como los Salellas, Nadal, Matamala o Casals difuminan las fronteras ideológicas. Salellas ha vuelto a presentarse a los comicios locales con las siglas Guanyem, lo que le ha permitido saltarse las normas de la CUP.

Curiosamente, Guanyem ha ganado en los barrios bien de Girona y en los más independentistas, mientras que en el PSC ha vencido en los barrios obreros y del extrarradio. Profesionales de prestigio, la candidata de Junts hasta el pasado mes de septiembre, Assumpció Puig, y la exalcaldesa del PSC, Anna Pagans, han expresado su apoyo a Salellas.

"Girona es tan conservadora que se puede permitir alcaldes (presuntamente) de izquierdas, siempre que sean de las familias de toda la vida: Nadal, Pagans o Salellas. Una Paneque es inaceptable, por Dios", ironiza el periodista y escritor Albert Soler, vecino de Girona, en conversación con Crónica Global.

Pacto entre antisistema y conservadores

Salellas ha pactado con Junts, pero ha logrado convencer a ERC para que se sume a ese acuerdo para “blanquear” lo que no deja de ser la entente de un antisistema con una fuerza conservadora. Y parece que el empresariado gerundense bendice a Salellas. “Es que es uno de los nuestros”, aseguró un potentado local durante la reciente campaña.

El consejero de Universidades, Quim Nadal, con el presidente Pere Aragonès GOVERN

Esquerra no solo quedó en cuarto lugar el 28M en Girona, sino que perdió un concejal respecto a 2019. La incorporación de Joaquim Nadal, exconsejero socialista, al gobierno republicano de Pere Aragonès, debía de servir de palanca para el candidato, Quim Ayats. Pero la familia Nadal, otra saga poderosa en la ciudad, se ha tenido que conformar con el apoyo a ese cordón sanitario contra el PSC para que Ayats tenga una tenencia de alcaldía.

Los Nadal

Los Nadal son gente de dinero, de poder y de prestigio. Rafael, periodista y exdirector de El Periódico de Catalunya –uno de los promotores del editorial conjunto contra el recorte del Estatut-; Manel, durante muchos años primer secretario del PSC en la provincia; Pep, primer rector de la Universitat de Girona; Quim, alcalde, conseller, candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat y ahora conseller de Universidades en el Govern de ERC.

"Comparada con Lleida o las tierras de Osona, en Girona hay pocas sagas”, explica Pep Martí, coautor del libro Els que manen, quien menciona otras como la familia Cañigueral, los Feliu o los Casademont. Mucho más discretas, eso sí.

Los Matamala

Girona está considerada como feudo de Carles Puigdemont. El fugado fue alcalde en esta ciudad hasta que un acuerdo entre Artur Mas y la CUP –las alianzas entre los antisistema locales y los convergentes conservadores vienen de lejos— le aupó a la presidencia de la Generalitat.

El desafío independentista que vino después ya es historia, pero sin los Matamala, Puigdemont no habría podido financiar su proyecto. El patriarca era franquista. Uno de los hijos, Joan, dirige la librería Les Voltes, que sólo vende libros en catalán, y que en 2019 puso en pie de guerra a otros establecimientos al ganar un concurso del Ayuntamiento para suministrar libros a la red de bibliotecas municipales –estos sí, en castellano-.

Jami Matamala, amigo íntimo de Puigdemont, dejó un impago de 600.000 euros al Institut de Finances Català (se declaró en suspensión de pagos cinco meses después de recibir esta cantidad de dinero público). Se presentó como senador de Junts en 2019 y tras la convocatoria de nuevas elecciones se volvió a Waterloo junto al expresident. Se le atribuye la gestión del alquiler del casoplón conde vive el fugado.

El presidente catalán prófugo, Carles Puigdemont, con Josep Maria Matamala en una manifestación CG

Tiene una empresa que organiza ferias. Intentó convencer, sin éxito, al director de la Fira de Barcelona para que le cediera un espacio gratis para Firatast.

Los Casals

Otra familia bien son los Casals, también revolucionarios. Miquel Casals, exmiembro de Terra Lliure y actual gestor de diversas empresas inmobiliarias. Asesoró a Puigdemont en los momentos álgidos del procés.

Miquel Casals junto a Carles Puigdemont y Marcela Topor EL ESPAÑOL

El expresidente y su mujer, Marcela Topor, son asiduos de las fiestas que organiza Casals en su masía. En las grabaciones judiciales que obran en el sumario del caso Voloh, alardea de la gran influencia que ejerce con la hasta ahora alcaldesa, Marta Madrenas.