Rabia, tristeza e incredulidad. Esto es lo que sintieron una decena de familias de la escuela Progrés de Badalona (Barcelona) después de saber que sus hijos con necesidades especiales no podrán ir al casal de verano porque no tienen servicio de cuidador. Todos ellos tendrán que avanzar el dinero de su propio bolsillo con tal de que los menores puedan disfrutar de este tiempo de ocio junto al resto de compañeros.
En declaraciones a Crónica Global, los padres lamentan que el gobierno anterior de la ciudad -liderado por Rubén Guijarro- no haya cumplido su parte del trato. Y es que aseguran que la regidora de Educación, Aïda Llauradó (En Comú Podem), se comprometió a darles este servicio tan necesario para los niños con discapacidad.
Un perfil clave para los alumnos
El próximo lunes 26 de junio arrancan los casales de verano tan esperados para niños y padres. Pero algunos de la escuela Progrés de Badalona no podrán acceder a él porque sus hijos con necesidades especiales no contarán con el servicio de vetllador (cuidador) que les prometió el ayuntamiento saliente. Cabe recordar que este perfil profesional es muy importante para los menores con discapacidad física o intelectual, ya que les facilita el proceso de enseñanza y aprendizaje en su día a día escolar.
Según ha explicado la portavoz de la vocalía de Casales del AFA del colegio, Susana Ramoneda, la regidora responsable de este departamento prometió que garantizaría este servicio, pero a menos de un mes de iniciar las actividades supieron que no sería posible, como otros años, por "motivos técnicos y jurídicos", ha justificado Aïda Llauradó a este medio.
Las alternativas del ayuntamiento
No obstante, la regidora ofreció varias alternativas a las familias que "no se adecúan" a las necesidades de sus pequeños. Esas son, llevar a sus hijos a un casal de educación especial "que no fomenta la inclusión" o que vayan a otras zonas escolares, lo que supone "apartarlos de su entorno familiar, algo muy poco recomendable". Y es que, si algo tienen en común estos niños, es que "los cambios bruscos les afectan muchísimo".
"Cuando nos informaron de que este año habría cuidadores, con toda la ilusión del mundo les apuntamos", explican los padres de Ilian, que se preguntan qué mejor terapia hay para su hijo que "pasar unas vacaciones con sus compañeros". Por eso, lamentan que el consistorio "eche finalmente balones fuera" y no garantice este servicio.
La conciliación, un imposible
Pero no es la única familia afectada. Otra de ellas advierte de que contar con la figura del cuidador "es una condición imprescindible para que el niño pueda ir al casal". En su caso es todavía peor, ya que es madre soltera, tiene que trabajar todo el verano y el padre del menor no puede "hacerse cargo". "¿Qué hacemos ahora? ¿Dejamos el trabajo para estar en casa?", implora.
Por todo ello, las familias exigen que desde el consistorio se les garantice que sus hijos están en buenas manos y que "no están dejados como un mueble por ausencia de cuidadores". Estos niños necesitan "no sentirse diferentes ni quedarse en casa" porque el ayuntamiento, ahora, "no quiere atender a su compromiso y darnos nuestro derecho".
Un gasto de 10.000 euros
Ante este escenario "desesperante", el gobierno entrante de Badalona se ha comprometido a impulsar una "subvención extraordinaria" que pasaría por que los padres contratasen el servicio de cuidador avanzando el dinero que se les devolverá en otoño. Esa opción, pese a no ser la deseada, facilitaría que los niños tengan un apoyo durante las actividades de verano en la escuela a costa de una derrama que asciende a unos 10.000 euros --según el cálculo del Afa--.
Mientras tanto, los padres estudian llevar a la justicia a la concejal de los comunes y tratan de gestionar su "impotencia e indignación" por las dificultades que las administraciones les ponen y que se suman a las que ya se encuentran en su día a día.