El escolta que acompaña a la presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs, ha disuadido a un agente de la zona azul de Barcelona de ponerle una multa por tener el coche mal estacionado. Ha ocurrido este martes durante la reunión de la Ejecutiva del partido en la que los posconvergentes debían decidir quién será la sustituta de Borràs al frente del Parlament.
Según ha explicado La Vanguardia, el policía que acompaña a la expresidenta de la Cámara enseñó la placa que acredita que es un uniformado, evitando así una sanción que sí le correspondería pagar al resto de barceloneses.
Los privilegios de Borràs
Aparcar el coche en el Eixample no es fácil. Bien lo saben los dirigentes de Junts, que ven misión imposible estacionar cerca de la sede del partido, situada en una zona tan concurrida como es la Sagrada Familia. Por eso, aprovechan que el local se encuentra en una calle peatonal --Passatge Bofill-- para no tener que dar vueltas o buscar un parking. Este martes no ha sido diferente.
Por eso, los miembros de la formación han parado el coche en la puerta del local, entre ellos la propia Borràs. Mientras tenía lugar la reunión de la Ejecutiva que tenía que decidir quién sería su sucesora al frente del Parlament, un agente de la zona azul pasó por delante de la sede con la intención de multar a los dos vehículos que estaban mal estacionados.
Sin embargo, la presidenta de los posconvergentes se ahorró la multa, ya que el agente de los Mossos d'Esquadra que la acompaña como escolta enseñó la placa que acredita que es uniformado, evitando así que el operario le impusiera una sanción que sí hubiese tenido que pagar cualquier otro ciudadano que aparcase su vehículo en un lugar que no debe.