La disposición de ERC a facilitar alcaldías a Junts per Catalunya (JxCat) en ciudades como Barcelona tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo no está obteniendo reciprocidad en algunos casos por parte de los posconvergentes. La intención del partido de Oriol Junqueras de priorizar el nacionalismo en los pactos locales ha saltado por los aires en Roses, un municipio de la Costa Brava gerundense que a partir de ahora pasará a estar gobernada por el PSC.

Así ha ocurrido después de que los socialistas hayan llegado a un acuerdo con Junts que impedirá a los republicanos tomar el mando del municipio a pesar de haber sido la fuerza más votada. 

Al igual que en 2019, los comicios de hace una semana dejaron tras de sí un balance muy igualado entre estos tres partidos. ERC y PSC obtuvieron cuatro concejales y Junts se quedó con tres, uno menos que hace cuatro años. En aquella ocasión, un pacto entre posconvergentes y republicanos les permitió alternarse la alcaldía durante dos años: hasta 2021 la alcaldesa fue Montse Mindan (Junts) y, posteriormente, Joan Plana (ERC) tomó su relevo.  Y los de Oriol Junqueras pretenden reeditar ahora esta entente.

Los republicanos piden priorizar el nacionalismo

Pero esta vez, PSC y Junts, con el respaldo de Gent del Poble, han llegado ya a un pacto de gobierno en Roses que deja fuera a ERC, ganador el 28M. Ante esta situación, los republicanos han instado este lunes a los postconvergentes -hasta el pasado octubre, sus socios al frente de la Generalitat- para rectificar y firmar un acuerdo en clave secesionista.



A juicio de ERC, el pacto tripartito para la próxima legislatura que les deja fuera "sólo se entiende desde la frustración de unos partidos que no quieren aceptar los resultados".

Acuerdo entre socialistas y posconvergentes

El acuerdo con el PSC contempla que la alcaldía recaiga en este partido los tres próximos años y que sea para Junts el último del mandato.



Los republicanos han asegurado que ellos también han realizado esa oferta, pero que fue rechazada por la candidata de Junts, Sílvia Ripoll, "alegando que no se sentía legitimada para ser alcaldesa".



También han explicado que Ripoll y su equipo justifican el pacto en que la alcaldía de la última legislatura le ha servido a ERC para ganar votos y consideran "absurdo" que se les recrimine el trabajo realizado.

ERC no tira la toalla: pide que "prevalga la razón"

ERC ha insistido en que queda tiempo para negociar hasta el 17 de junio, día de constitución de los ayuntamientos, y ha hecho un llamamiento a "toda la buena gente" de la militancia de Junts "para que prevalga la razón y para evitar regalar la alcaldía de Roses al PSC".



En este sentido, también se dirige a las bases de Gent del Poble, cuyos dos concejales son clave para que los republicanos obtengan la mayoría junto a los tres de Junts. En este caso, ponen sobre la mesa la polémica sobre el proyecto de instalación de un parque eólico marino en la bahía de Roses, y recuerdan su oposición compartida frente al postura del PSC, "el principal impulsor".



"Quedan 11 días para continuar trabajando. No tiramos la toalla. Seguimos dispuestos a dejar de lado los reproches y los desacuerdos, que por otro lado bien poco interesan a la ciudadanía, y centrarnos en intentar construir una mayoría fuerte, soberanista y de progreso. Por nosotros no será", dice ERC en un comunicado.

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