Las urnas hablaron el pasado domingo. Y el tiempo dirá si los resultados de esas elecciones municipales pueden ser extrapolados a las generales convocadas de forma anticipada por Pedro Sánchez. Pero una de las lecturas que hacen expertos consultados por Crónica Global es que el electorado catalán vota moderación.
Eso no significa que el votante de esta comunidad tenga un único partido como referente de esa centralidad. Así, mientras a nivel del conjunto de España el PP gana enteros como formación alejada de la confrontación, en Cataluña es el PSC el que crece como garantía de cierre de una etapa independentista convulsa. En Barcelona, es Xavier Trias quien ha logrado reunir un voto útil contra el populismo ideológico. ¿Pero cómo se ha llegado a esta situación? ¿Qué ha pasado con ERC, que también aspiraba a ensanchar su base?
En clave procesista
Javier Lorente, profesor de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos, hace una lectura en clave de proceso independentista: “El PSOE, a nivel general ha tratado de destensar la situación catalana, siendo generoso con el independentismo y a pesar del desgaste que iba a sufrir por ello en el resto de España. Eso hace que el PSC suba en Cataluña”.
En efecto, los socialistas catalanes, que ya vencieron en las elecciones autonómicas de 2021 –aunque los independentistas sumaron mayoría—han vuelto a ganar, alcanzando las cifras de 2007 en las municipales del 28M. Lograron 712.000 votos y ganaron en Girona, Lleida y Tarragona. En Barcelona quedaron segundos, por detrás de Xavier Trias, candidato de Junts per Catalunya quien, sin embargo, se presentó sin siglas y evitando en campaña la compañía de dirigentes radicales de su partido.
Hace cuatro años fue ERC la formación ganadora en las municipales, superando los 800.000 votos. Tras el fracaso del procés, los republicanos emprendieron un giro moderado con el objetivo de ensanchar su base y ocupar la centralidad en Cataluña. Pero el 28M perdieron más de 300.000 votos.
ERC se hunde
“El independentismo castiga a ERC precisamente por ser uno de los partidos necesarios en esa política de distensión del PSOE, por lo que antiguos votantes de ERC han girado a Junts y votado más en clave nacionalista que en el eje izquierda-derecha”, explica Lorente.
En este sentido, el director del Institut de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS), Gabriel Colomé, asegura que el gran derrotado de las elecciones municipales fue precisamente ERC. “Ha sido el tercer partido el votos, 520.000, y han sido superados por sus rivales de Junts”, afirma.
Feijóo y el empresariado catalán
Mientras los socialistas catalanes, con Salvador Illa al frente, son el referente del voto útil, el PSOE pierde enteros en el resto de España, donde el PP es visto ahora como el partido que representa el centro ideológico, algo en lo que ha tenido que ver la debacle de Ciudadanos y su fallido intento por superar el concepto de las dos Españas.
De hecho, en las jornadas del Círculo de Economía que se acaban de celebrar, el empresariado acogió al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, como la gran esperanza de una nueva etapa alejada de la confrontación. Y eso va también por la crispada convivencia de PSOE y Podemos en el gobierno de coalición.
Complicidades en materia fiscal y económica a parte, lo cierto es que Feijóo ofreció un discurso conciliador con Cataluña, hasta el punto de reconocer errores del PP en la respuesta al procés.
En busca del centro
“Por los resultados, es muy probable que el PP haya tenido mejor resultado entre los votantes con una ideología débil, poco definida, o genuinamente de centro. Desde luego, lo que sí parece es que el PP ha sabido movilizar mejor a ese electorado”, añade el profesor de Ciencia Política.
Los populares también han crecido en Cataluña en las elecciones municipales, pues ha doblado su cifra de votos al pasar de 161.846 a 247.113. Han obtenido representación en las cuatro capitales de provincia, y victorias holgadas en ciudades importantes como Badalona o Castelldefels.
¿Vuelta a los años oscuros del procés?
Para Colomé, la pregunta es qué lectura hará ERC de su derrota en las municipales y qué consecuencias tendrá para después de las elecciones generales. “Un gobierno PP-VOX relajaría mucho el espacio independentista ya que volverían a tener un gobierno hostil y volveríamos a los años oscuros del procés”, afirma.
Un pronóstico que añade complejidad a la apuesta moderada de Junts en Barcelona. Trias venció en esta ciudad --149.235 votos--, a pesar de pertenecer a un partido liderado por un sector que rechaza la estrategia de diálogo con el Gobierno español para encauzar el problema secesionista y reclama cumplir el mandato del 1-O.
Como avisa Colomé, los partidos secesionistas buscan ahora un frente común que puede trastocar de nuevo el panorama electoral catalán, así como complicar la estrategia de alianzas para formar gobierno municipal en Barcelona.