Pere Aragonès, Salvador Illa y Laura Borràs (de izquierda a derecha)

Pere Aragonès, Salvador Illa y Laura Borràs (de izquierda a derecha) CG

Política

Cataluña abre una nueva etapa tras el 'procés' este domingo

El estancamiento de ERC y la enésima catarsis de Junts acentúan una geometría variable en la estrategia de pactos que apuntala la ruptura de bloques en beneficio de un PSC al alza, pero pendiente de Moncloa

27 mayo, 2023 23:20

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Los resultados de las elecciones municipales que se celebran hoy tienen una lectura que trasciende las grandes capitales. Y esta es, la nueva etapa que a partir de mañana se abre en Cataluña.

A la espera del determinante voto de los indecisos y abstencionistas, los mensajes de esta campaña del 28M, junto a los sondeos de intención de voto, apuntan a un estancamiento de ERC y a la enésima catarsis de Junts per Catalunya (JxCat) que acentúan la geometría variable en la estrategia de pactos. Todo ello es consecuencia del final del procés, que ha dado paso a una ruptura de bloques –independentistas versus constitucionalistas—y a un retorno del eje izquierda-derecha.

Los intereses de Pedro Sánchez

El gran beneficiario es un PSC al alza, pendiente sin embargo de los intereses de Moncloa, ya que también estos comicios condicionarán, a nivel nacional, las próximas elecciones generales. Y en ellas, se impondrán las necesidades de Pedro Sánchez en materia de pactos frente a una previsible alianza PP-Vox.

De hecho, esa geometría variable es habitual en unas elecciones municipales. En Barcelona, por ejemplo, la actual alcaldesa, Ada Colau, desbancó a ERC, ganadora en 2019, gracias a su pacto con PSC y Barcelona pel Canvi (Manuel Valls). Pero en Sant Cugat del vallès (Barcelona), ERC gobierna con PSC y CUP. y En Figueres (Girona), Junts fue desbancada por un pacto de la izquierda que incluyó a ERC, PSC y comuns.

Los pactos de 2019

Hay otros ejemplos de esos pactos que rompieron la unidad independentista, a modo de preámbulo del acuerdo presupuestario entre el presidente Pere Aragonès y PSC –posterior a unas elecciones autonómicas de 2021 en las que ERC y Junts dieron una nueva oportunidad a su entente--, como el de socialistas y neoconvergentes en la Diputación de Barcelona. Un gobierno al que siempre ha aspirado ERC y que pasa por la penetración en el área metropolitana dominada por los socialistas –la candidatura de Gabriel Rufián en Santa Coloma de Gramanet va en esa línea--, pero los sondeos no preconizan el despegue que supuestamente debía otorgar a los republicanos presidir la Generalitat.

Jaume Asens (i), presidente de Unidas Podemos en el Congreso, con Gabriel Rufián, portavoz de ERC, en un acto anterior / CG

Jaume Asens (i), presidente de Unidas Podemos en el Congreso, con Gabriel Rufián, portavoz de ERC, en un acto anterior / CG

ERC ganó por primera vez en Cataluña las elecciones municipales en 2019 con 800.000 votos gracias a la caída de Junts, mientras que el PSC se situaba como segunda fuerza, y predominante en la conurbación barcelonesa.

Actualmente gobierna Lleida y Tarragona, aunque con resultado muy reñido con los socialistas. Junts retuvo su feudo en Girona, ciudad referente de un independentismo que ha desaparecido en esta campaña. Tanto en los discursos de ERC, cuyo pacto con el PSOE ha sido criticado por los nostálgicos del procés, como en los de Junts, formación en permanente catarsis.

Xavier Trias, Jaume Giró y  Jordi Turull (de izquierda a derecha), referentes de la Convergència clásica, en la Diada / JXCAT

Xavier Trias, Jaume Giró y Jordi Turull (de izquierda a derecha), referentes de la Convergència clásica, en la Diada / JXCAT

En esta ocasión, Xavier Trias lidera esa nueva corriente moderada que reniega de siglas identificadas con los duros de Laura Borràs y Carles Puigdemont, y que reclama cambios de liderazgos tras el 28M. Eso sí, el relato de Junts ha marcado perfil conservador, frente a la socialdemocracia de la izquierda. Es el citado cambio de ejes electorales, acorde las necesidades de un electorado harto de debates identitarios.

Sociovergencia

Tras la buena experiencia vivida en la Diputación –así lo proclaman ambos partidos--, la sociovergencia es una de las opciones para relevar a Ada Colau de la alcaldía barcelonesa. El triple empate técnico entre PSC, Junts y comunes se ha mantenido en las encuestas durante toda la campaña. Pero en ese desempate, esto es, en la aritmética municipal influirán las necesidades del líder del PSOE, Pedro Sánchez, que ha cogobernado con Podemos con el apoyo de ERC.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (der.), y el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, en el acto de cierre de campaña / EP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (der.), y el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, en el acto de cierre de campaña / EP

Se acercan las elecciones generales y Cataluña ha sido escenario de la pugna entre PSOE y PP. También de la defensa que el presidente del Gobierno ha hecho del diálogo y sus efectos en la pacificación de la Cataluña postprocés, donde Salvador Illa, jefe de la oposición y primer secretario de los socialistas catalanes, ha tenido un evidente protagonismo en la campaña ante el horizonte de las elecciones autonómicas y la búsqueda de reforzar la marca del PSC.

Los comunes, volcados en Colau

Igualmente se ha visualizado en Cataluña el gran reto que supone para Unidas Podemos mantener la alcaldía de Barcelona, la gran capital española que todavía retienen. Yolanda Díaz, líder de Sumar y volcada en la campaña de los comunes, también mide sus fuerzas de cara a reunificar ese espacio con los podemitas.

Ada Colau, en un mitin de campaña

Ada Colau, en un mitin de campaña BCN EN COMÚ

Respecto a los partidos de la derecha, las municipales pueden suponer un nuevo mazazo para Ciudadanos, lo que supondría prácticamente su desaparición en Cataluña debido al retorno del voto presentado del PSC y el aumento de representación del PP. Los sondeos apuntan en ese sentido, por lo que, a diferencia de la formación naranja, las municipales servirían de revulsivo para el partido de Alejandro Fernández, que ha atravesado por un ciclo electoral adverso, mientras que Valents --cuyo embrión en Barcelona pel Canvi-- apenas lograría tener representación.

La gran incógnita es si Vox, tras la irrupción de la empresa ultraderechista Desokupa en la campaña para exacerbar el problema de las okupaciones, penetra en grandes ciudades como Barcelona o ya ha tocado techo, tras los once diputados logrados en las autonómicas de 2021.