El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), ha acusado a quienes fueron sus socios de Govern hasta el pasado octubre, Junts per Catalunya (JxCat) de no haber invertido contra la sequía desde el Ejecutivo catalán durante más de diez años, a pesar de que durante los mismos los republicanos fueron los aliados de Convergència en el Parlament, primero, y a partir de 2015 también en el gobierno catalán, llegando a concurrir incluso juntos en una misma lista electoral (Junts pel Sí).
"Ninguna lección de quienes se pasaron 11 años dirigiendo la Agència Catalana de l'Aigua sin hacer las inversiones", ha reprochado Aragonès a los ahora posconvergentes en un acto de ERC en la localidad barcelonesa de Vic, en el cual ha intervenido también de forma telemática su secretaria general, Marta Rovira --fugada de la justicia en Suiza por el procés--, y la diputada y portavoz, Marta Vilalta.
Aragonès ha respondido a las críticas de sus exsocios de Junts contra su gestión con nuevos reproches, apuntando que Cataluña paga ahora las consecuencias de la "sequía de inversiones" de los gobiernos convergentes --en los que ERC lleva participando desde 2015--.
"Los de siempre han demostrado su incompetencia"
"Los de siempre han demostrado su incompetencia", ha manifestado Aragonès en alusión a sus exsocios de Junts, y también al PSC --cuyo apoyo le ha permitido ahora aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2023--, partidos a los que ha acusado de haberse "repartido el poder en Cataluña" a lo largo de 40 años.
El líder de ERC ha reivindicado a su partido como el que lidera "políticas para el día a día de los ciudadanos", al mismo tiempo que insiste en su discurso secesionista frente a lo que llama "expolio fiscal" del Estado.
Rovira defiende a Tsunami Democràtic
Por su parte, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha defendido las protestas --"pacíficas", según ella-- de Tsunami Democràtic, la plataforma secesionista que convocó las protestas contra las condenas a los promotores del referéndum unilateral e ilegal del 1-O, con acciones como cortes de autopistas o el asedio al aeropuerto de El Prat, y que en algún caso derivaron en disturbios en Barcelona después de ser desconvocadas.
Rovira --a quien la Guardia Civil sitúa presuntamente en la cúpula de Tsunami Democràtic-- ha defendido a esta plataforma anónima frente a lo que considera "arbitrariedad" del Estado de "construir" una causa judicial que propicia que "tardará" en regresar de Suiza. La dirigente de ERC ha lamentado que su nombre aparezca en esa causa de la Audiencia Nacional, algo que ha trascendido "a través de filtraciones". "No me precipitaré. Quiero saber de qué se me acusa", ha manifestado.
Aragonès le da las gracias
La mandataria secesionista ha puesto énfasis en defender las movilizaciones de Tsunami Democràtic, pues a su modo de ver fueron un "derecho de protesta pacífico. Lo que pasó fue exactamente eso: una serie de gente organizada quejándose por una sentencia injusta, política y arbitraria". Es más, ha apuntado incluso que tales movilizaciones pueden repetirse en el futuro: "En 2019 ejercimos el derecho de protesta y lo ejerceremos tantas veces como haga falta para defender la causa de la república catalana, sólo faltaría".
Aragonès ha agradecido a Rovira su trabajo "riguroso" a favor del movimiento secesionista desde Ginebra, al que ha atribuido parte de las "resoluciones de organismos internacionales" que, según él, respaldan sus reivindicaciones.