Concentración por la independencia convocada por la ANC el pasado 11 de septiembre / EP

Concentración por la independencia convocada por la ANC el pasado 11 de septiembre / EP

Política

El decisivo papel de los medios de la Generalitat y la lengua en el apoyo al 'procés'

Un estudio apunta el peso del idioma, los orígenes familiares y la influencia de canales como TV3 y Catalunya Ràdio en la división política, así como la progresiva 'desinflamación' del conflicto

18 mayo, 2023 00:00

Los medios de comunicación vinculados a la Generalitat de Cataluña contribuyeron a acentuar la fractura política y afectiva causada por el procés. Una división en la que el apoyo o el rechazo a la causa secesionista muestra vínculos con la lengua y los orígenes de ascendencia familiar, y los medios informativos que se acostumbran a consumir en función de ello. Así se extrae de un estudio basado en el análisis de todos los barómetros del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) del Ejecutivo autonómico desde 2006 --con unos 100.000 encuestados--, en los cuales se aprecia que, aunque esta división ideológica persiste, las tensiones derivadas de ella se han atenuado por un cúmulo de factores que parecen haber incidido: desde la desmovilización callejera por la pandemia de coronavirus hasta la crisis de la guerra de Ucrania, pasando por el fracaso de experiencias como el Brexit o el propio procés y sus enfrentamientos internos, y la recuperación de relaciones entre los gobiernos central y catalán, entre otros.

Esas son algunas de las aportaciones planteadas en el informe Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña: Tendencias de atenuación en alineamientos antagónicos [en inglés], obra de los catedráticos universitarios Josep Maria Oller (UB), Albert Satorra (UPF) y Adolf Tobeña (UAB). Un análisis de la fractura originada a raíz de la campaña secesionista de Cataluña en los últimos años, que amplía otros anteriores con datos actualizados hasta 2022. En él parece constatarse, por ejemplo, que “el lenguaje familiar interactúa con la influencia de los medios locales para mantener viva la fractura, aunque con tendencias que denotan una atenuación de las alineaciones identitarias antagónicas”.

“La duradera campaña secesionista en Cataluña (2010-17) creó una profunda fractura política y afectiva en dos segmentos ciudadanos importantes y opuestos, los que prefieren quedarse en España y los que quieren separarse de ella”, constata el estudio, en el cual se apunta que los partidarios de no romper con España “parecen haber consolidado recientemente su escasa ventaja”, según los barómetros del CEO.

Evolución del voto en un hipotético referéndum sobre la secesión de Cataluña (en rojo, a favor; gris, en contra) / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

Evolución del voto en un hipotético referéndum sobre la secesión de Cataluña (en rojo, a favor; gris, en contra) / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

Apoyo al secesionismo en función de la lengua

“Aunque el apoyo explícito a la secesión ha disminuido constantemente desde 2019, la lengua familiar, ya sea el catalán, utilizado regularmente por el 38% de la ciudadanía frente al español, utilizado habitualmente por el 54%, sigue siendo la principal escisión que distingue las preferencias a favor o en contra de la secesión”, se apunta en sus páginas.

“La primera lengua habitual es, por tanto, el principal rasgo distintivo que separa a los individuos que albergan deseos de independencia de Cataluña de aquellos que están en contra”, añaden. Con diferencias siempre por encima del 45%, y en ocasiones, de más del 50%.

Evolución del voto a favor de la independencia de Cataluña en función de la lengua familiar (rojo, catalanohablantes; verde, castellanohablantes) / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

Evolución del voto a favor de la independencia de Cataluña en función de la lengua familiar (rojo, catalanohablantes; verde, castellanohablantes) / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

En este sentido, el procés habría desempeñado un papel acelerador en la división social, pues en las “décadas previas y estables” la “identidad de doble nacionalidad (tan catalán como español) era dominante y funcionaba como un factor de amalgama”. Algo que se rompió posteriormente: “Dentro del campo secesionista, la identidad únicamente catalán se convirtió rápidamente en dominante, mientras que una identidad dual tan catalán como español todavía prevalecía dentro del campo antisecesionista”. En esos posicionamientos entran en juego la lengua y los orígenes familiares, pues según las estadísticas, la ruptura con el resto de España tiene más partidarios entre los catalanohablantes que entre los castellanohablantes.

Sea como fuere, según explica Josep Maria Oller, uno de los autores del estudio, a Crónica Global, en la actualidad "hay indicios firmes que muestran una disminución en la prevalencia de sentimientos de identificación nacional excluyentes (sólo catalán), mientras que vuelve a aumentar la presencia de sentimientos de identificación nacional duales (tan catalán como español)”.

Evolución del sentimiento de identidad nacional en Cataluña / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

Evolución del sentimiento de identidad nacional en Cataluña / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

Influencia de los medios regionales

En este sentido, el estudio apunta además que “seguir o no los medios públicos regionales (emisoras de televisión y radio bajo el control del Gobierno regional, que emiten sólo en lengua catalana) fue un factor importante” que contribuyó a acentuar "los cambios en las identidades”. Unas variaciones que se alinean “con las hipótesis de que los contenidos de la televisión pública y las emisoras controladas por los poderes regionales fueron fuente de distanciamiento y polarización de audiencias a través del cultivo de actitudes a favor de la secesión”. Destacando, asimismo, que “la intensificación hacia una única identidad nacional, sólo catalana, se produjo mayoritariamente en el segmento con lengua familiar catalana”.

Evolución del sentimiento sólo catalán en función de la lengua y los medios informativos consumidos; en rojo claro, catalanohablantes que se informan por medios regionales, y en verde, castellanohablantes que prefieren otros medios / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

Evolución del sentimiento "sólo catalán" en función de la lengua y los medios informativos consumidos; en rojo claro, catalanohablantes que se informan por medios regionales, y en verde, castellanohablantes que prefieren otros medios / Hibernación de las tensiones secesionistas en Cataluña

En cualquier caso, el estudio también apunta que la fractura originada por cuestiones identitarias ha experimentado cierto apaciguamiento en los últimos años, aunque el conflicto siga sin haberse resuelto.

Participación en elecciones y puntos de inflexión

Otro de los vectores de este análisis apunta a que “las preferencias por la secesión también estuvieron asociadas con el nivel de participación política en las elecciones autonómicas”, puesto que “el segmento de la ciudadanía que estaba en contra de la secesión participó menos” en ellas. Un fenómeno que no parece darse tanto en las elecciones generales, “lo que confirma una tendencia que se ha encontrado sistemáticamente, durante décadas, sobre el comportamiento electoral en Cataluña”.

Por lo que respecta al aumento del sentimiento secesionista y la polarización política en Cataluña, los autores apuntan a la sentencia contra el nuevo Estatut en 2010 y, sobre todo y más decisivo, las elecciones autonómicas de 2012, que consideran “el punto de partida definitivo de la campaña secesionista”, cuando el partido nacionalista mayoritario, Convergència i Unió, perdió varios escaños. “A partir de ese momento, la mayoría parlamentaria dependió de varias fuerzas secesionistas y el Govern optó por la secesión de España como estrategia dominante”.

Imagen de archivo de una pancarta independentista en la sede de TV3 / CG

Imagen de archivo de una pancarta independentista en la sede de TV3 / CG

Los autores, asimismo, señalan un tercer punto de inflexión “entre 2018 y 2019”, a partir del cual se inició “un progresivo debilitamiento de los apoyos secesionistas”: la condena a los líderes del procés, y posteriormente sus indultos.

"Las tendencias a la atenuación de la división o polarización se inician a mediados de 2019 y se mantienen firmes desde entonces", explica Oller a este medio, aunque advierte de que "el conflicto parece hibernado, mitigado, soterrado... pero mantiene ingredientes intactos que eventualmente pueden volver a aparecer, especialmente si tenemos en cuenta el papel que han jugado los medios de comunicación autonómicos, controlando el relato con base en intereses políticos".

Otro aspecto que llama la atención a los autores del estudio es la diferente percepción sobre la fractura política entre partidarios y detractores de la secesión de Cataluña, pues mientras entre los votantes de partidos constitucionalistas se reconocía y lamentaba su existencia, esto no ocurría tanto entre los independentistas, donde esta solía negarse.

Factores económicos: una revuelta de "privilegiados"

Al margen de estos factores, también existen otros relacionados con la economía. Estos fueron analizados por los mismos tres autores de este estudio en otro anterior de finales de 2019, titulado (en inglés) Rebeldes privilegiados: un análisis longitudinal de los rasgos económicos distintivos del secesionismo catalán.

Sus hallazgos revelaron que "los segmentos más privilegiados de la ciudadanía catalana eran los que apoyaban mayoritariamente la secesión, mientras que la ciudadanía más pobre y desprotegida estaba claramente en contra". De manera que todos los datos apuntan a la conclusión de que el desafío secesionista fue, en realidad, "una rebelión de las personas más ricas y bien situadas".