'Lo que me gusta de Xavier García Albiol', por Adrea Rodés
Lo que más me gusta de Xavier García Albiol es la naturalidad y el cariño que desprende cuando pasea por Badalona. Sea junto a las alumnas de una clase de zumba de un gimnasio local, junto a su madre, sentado en la terraza de un bar, visitando una farmacia emblemática o comiendo un bocadillo en el mítico Frankfurt Joventut, García Albiol aparece con una sonrisa afable y posando su brazo sobre alguna espalda, de forma paternal.
Me gusta que en Instagram se acuerde de su padre, un inmigrante de Almería que se ganaba la vida como conductor de camiones. Y eso que a su padre no le gustaba la política. “Mi padre ha acabado resignado a que me vaya metiendo en lío tras lío. No le gusta la política y para él la política es eso, un lío”, dijo en 2015 al Diario de Almería, cuando su padre aún vivía.
Me gusta que en su Instagram tenga una sección dedicada a “animales”, un vídeo-montaje en el que aparece paseando a su perro o saludando a los perros de otros badalonenses mientras suena la canción Hay un amigo en mí, de Toy Story.
'Lo que no me gusta de Xavier García Albiol', por Joaquín Romero
Por decirlo con palabras suaves, Xavier García Albiol es un hombre impulsivo, quizá demasiado para mi gusto. Toda su carrera política, que podríamos calificar de exitosa aunque hasta ahora –tiene 55 años-- no haya salido del ámbito local, ha estado jalonada de manifestaciones de esa vehemencia.
También hay que decir que sus conciudadanos no lo han visto como un defecto porque ha ganado las tres últimas elecciones municipales y ha sido alcalde en dos ocasiones. Quizá esa fogosidad quede compensada a sus ojos por el populismo de un político que ha hecho bandera de la inseguridad, que no ha dudado en asociar a la inmigración, y de la resistencia ante el fenómeno okupa.
Fue desalojado de la alcaldía en 2021 por una moción de censura apoyada en su aparición en los papeles de Pandora, donde figuraba como apoderado de una empresa de un paraíso fiscal. Sin embargo, desde 2022 las encuestas lo dan como ganador, rozando la mayoría absoluta.