Así se vota en el pueblo más bonito de Cataluña

Sobre gustos no hay nada escrito. Pero es imposible discrepar de la idea de que Cadaqués (Girona) es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. Incluso encabeza algunos ránkings. Esta ciudad mediterránea reúne belleza, historia y también se convirtió en el epicentro del proceso independentista gracias las famosas paellas organizadas por Pilar Rahola.

Pilar Rahola, posando junto a Puigdemont y otros amigos en una de sus fiestas de Cadaqués / @RaholaOficial (TWITTER)

Pero Cadaqués tiene entidad propia, más allá de los devaneos independentistas de su conocida vecina. Todas las guías turísticas catalanas pasan por este municipio, situado en la Costa Brava, a pocos kilómetros del monasterio de Sant Pere de Rodes o el cabo de Creus --hay quien atribuye el nombre de Cadaqués a una mutación de cabo de Quers o d’Aques--. Antigua aldea de pescadores, esta localidad fue en su día elegida por artistas e intelectuales, entre ellos Salvador Dalí y su esposa Gala, que convirtieron este lugar en santuario de la bohemia internacional. Marcel Duchamp, Pablo Picasso, Joan Miró o Federico García Lorca fueron algunos de sus ilustres visitantes.

Vistas del puerto de Cadaqués y sus calas / PIXABAY

Alcaldesa independentista

El pueblo más bonito de Cataluña tiene como alcaldesa a Pia Serinyana, candidata de Fem Cadaqués-Independents de Catalunya. Porque si algo caracteriza la vida política de esta población con 2.800 habitantes es el cóctel de siglas que incluyen, además, a Junts per Catalunya, AXC-Amunt, ERC e IC-CP.

La formación independentista e independiente empató en concejales con Junts en las elecciones municipales de 2019. Cuatro años antes fueron los republicanos los que ganaron los comicios, repartiéndose los escaños con CiU.

Resultados de las elecciones municipales en Cadaqués / EUROPA PRESS

La victoria de Serinyana fue la gran sorpresa de las últimas elecciones. Se presentó en solitario tras intentar una coalición con Junts y ERC, pero las negociaciones no prosperaron.

La alcaldesa, que ha presidido la Associació d’Empresaris de Cadaqués, y se considera una activista secesionista, vuelve a presentarse a la alcaldía de esta cosmopolita ciudad, eminentemente turística, pero con problemas muy parecidos a los que tienen otras poblaciones: la movilidad, la limpieza, la sostenibilidad, el acceso a la vivienda y la conservación del patrimonio cultural y territorial.