Un gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS) fichó a la empresa en la que opera su hermano para vender seguros de salud privados a su propio personal. Albert Tarrats, director de Logaritme, el brazo logístico de la empresa pública de la Generalitat de Cataluña, contrató a una aseguradora privada para ofrecer coberturas a su plantilla pese al riesgo de conflicto de interés. El caso llegó a la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), que lo investigó pero lo terminó archivando.
Es lo que se desprende de la documentación de la denuncia, a la que ha accedido este medio. Según el dosier del caso, Logaritme AIE, la logística del ICS, contrató en 2020 a una aseguradora para ofrecer pólizas de salud privadas a la plantilla. Finalmente, hasta 140 trabajadores se acogieron a los beneficios privados, pese a que el brazo logístico es 100% público, y pese también a que el hermano del gerente es médico en la firma aseguradora elegida "desde hace años".
Sin conflicto de interés... ni competencia
Y también pese a que jamás en la historia de esta empresa pública se habían ofrecido seguros privados de salud al personal. Con la llegada a la gerencia de Tarrats --al frente desde 2019-- sí pasó, y el equipo del directivo lanzó un procedimiento de contratación en 2020. Solo se presentó una empresa, un grupo en el que su hermano Antoni es ginecólogo y obstetra. Cuando terminó la licitación en diciembre de 2020, la empresa ofreció el ventajoso servicio a sus cerca de 300 trabajadores sin que nadie investigara un posible conflicto de interés. Hasta 140 de ellos picaron.
Ello ocurrió sin competencia alguna, porque ninguna empresa más se presentó al concurso público. Y sucedió en unas fechas que despertaron sospechas: la licitación se abrió el 3 de diciembre, justo antes del Puente de la Constitución de aquel año, y se cerró el plazo de ofertas el 29 de diciembre, en plenas fiestas navideñas. "Hubo muy pocos días laborables para presentar ofertas, fue muy sospechoso", alertan fuentes judiciales.
Malestar interno
Según voces cercanas a una investigación que hubo con posterioridad, la contratación de la aseguradora causó un pequeño seísmo en el brazo logístico del ICS, que tiene su sede en una nave de Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona). Sorprendió porque era un bonus que jamás se había ofrecido a la plantilla, y porque el proveedor público es un parte del sector público de la Administración autonómica. Seguros de salud privados a la plantilla, como mínimo, chirriaban.
Albert Tarrats y Logaritme jamás dieron explicaciones a los trabajadores para sofocar esas dudas. De hecho, cuando ahora las ha pedido este medio, tampoco las han dado. También ha guardado silencio a preguntas de Crónica Global el ICS, que aún comanda Yolanda Lejardi, una enfermera y gestora que colocó el exconseller de Salud Josep Maria Argimon (Junts).
Dudas sobre el código de conducta
De hecho, la actitud de Tarrats generó recelos incluso en la sede central del ICS en la calle Balmes de Barcelona. Algunos gestores alertaron de que el directivo "podía estar quebrando el código de conducta" de los directivos y altos cargos de la Generalitat de Cataluña [este], por cuanto el parentesco con un trabajador del proveedor "era de primer grado". Según consta a ese medio, el asunto se debatió internamente pero nadie tomó medidas. La aseguradora siguió haciendo negocio en la macroestructura del ICS.
Un alto cargo explica que una de las teorías que se baraja es que el asunto se "tapó" para no generar una crisis mayor. "Al final, la contrata es de 148.788 euros con IVA, una cantidad insignificante en el presupuesto del ICS". Se decidió que se esperaría a que venciera el contrato con la aseguradora. Ello ocurrirá, precisamente, hoy miércoles, 21 de diciembre, dos años después del polémico concurso.
Antifraude investigó, sin éxito
En el ínterin, alguien sí que se miró el conflicto en la logística del ICS. Fue la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), que lanzó una investigación tras recibir una denuncia anónima a principios de año. Una portavoz del fiscalizador ha confirmado las pesquisas, pero ha subrayado que se terminaron archivando. La vía administrativa, no obstante, no es óbice para que el asunto no se pueda investigar por la vía judicial.
Fuentes internas del ICS explican que hay "nerviosismo" en la empresa pública. Y no solo por este tema, sino por la gestión global de Logaritme, una joint venture del grupo sanitario; el Banco de Sangre y Tejidos (BST); el Consorci de Castelldefels Agents de Salut (Casap); el Institut de Diagnòstic per la Imatge (IDI) y el Hospital Transfronterizo de La Cerdaña.
Los críticos alertan de que externalizar la logística del ICS provocó una "falta de control" que se plasmaría en controversias como esta.