Nueva etapa en los campus catalanes. La salida de Gemma Geis de la Consejería de Universidades e Investigación de la Generalitat supone un desafío para el nuevo consejero, Quim Nadal, que deberá decidir si apuesta por la neutralidad política y la convivencia lingüística tan aclamados por los sectores constitucionalistas.
Así, Nadal sustituye a una consellera cuyo mandato se ha caracterizado por declaraciones polémicas en contra del castellano en las aulas y reacia a condenar los reiterados ataques a jóvenes de S’ha Acabat! por parte del independentismo más radical, entre otras cosas.
Una buena noticia para el colectivo
La entrada de Nadal en el Govern ha sentado bien en el colectivo universitario, que lo ve como una “buena noticia” porque se considera que su trayectoria política es una ventaja para encarar los retos que tiene el sistema. Entre ellos, lograr la neutralidad política y la convivencia lingüística en los campus. En este sentido, la portavoz de Universitarios por la Convivencia, Isabel Fernández Alonso, espera que sus líneas de trabajo sean distintas a las que adoptó su predecesora, quien “llegó a utilizar actos de inauguración de curso para lanzar soflamas políticas y a enfrentarse en redes sociales con los estudiantes de S’ha Acabat!”.
Desde el colectivo de profesores de enseñanza superior e investigadores reclaman que el nuevo consejero opte por “una postura más institucional”, alejada de polémicas como las que protagonizó Gemma Geis, que llegó a insultar a la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) tildándola de “fascista” por defender que los exámenes de la selectividad estuvieran también en castellano.
Así pues, esperan que el hecho de que Nadal tenga un pasado socialista ayude a calmar la tensión en el ámbito de la universidad. Sin embargo, cabe recordar que rompió el carnet del partido en 2015 cuando el PSC renunció a defender el "derecho a decidir".
"Geis dejó el listón muy bajo"
Menos optimistas son desde S’ha Acabat! La presidenta de la entidad estudiantil, Júlia Calvet, cree que su pasado socialista no ayudará a lograr una mejor convivencia en la universidad. “Esto es una prueba más de que el PSC no se diferencia en nada de ERC”, ha manifestado en declaraciones a Crónica Global.
Sin embargo, no pierde la esperanza de que su cometido sea más institucional, dado que la consejera Geis “dejó el listón muy bajo”. Aunque habrá que esperar a ver cómo ejerce su cargo, Calvet cree que “no será fácil” teniendo en cuenta que "la CUP tiene tomadas las universidades y alimenta el odio con sus secuaces totalitarios".
“Veremos si se mantiene equidistante frente a las injusticias que vivimos los jóvenes de S’ha Acabat! día sí y día también en las universidades catalanas”, añade. Pese a su ideología, espera que el nuevo titular condene “todos los ataques”, tanto los que sufren los jóvenes que se alejan del separatismo como la misma democracia, apostilla.
La otra cara de la moneda
Pero en la otra cara de la moneda están quienes esperan todo lo contrario: que Quim Nadal siga en la misma línea de Geis en su impulso del catalán en la universidad. En esta línea se pronuncia el vicepresidente de Xarxa Vives d’Universitats, Jordi Montaña, que desea que los campus puedan continuar avanzando para “medir el uso” de esa lengua que, a su parecer, debe potenciarse en las aulas.
De hecho, la exconsejera arrancó un compromiso a los rectores para endurecer los requisitos de catalán a los profesores universitarios. Entre otras cosas, exigían que los docentes con contrato superior a dos años acrediten un nivel C1 de esa lengua y, por otro lado, que se impartiese la clase en la lengua que conste en el plan docente de la asignatura. Para ello, las universidades tendrían que enviar un informe semestral a la conselleria sobre el cumplimiento del uso de la lengua.
"Amnistía y autodeterminación"
Las mismas voces aseguran que la gestión de Geis fue “muy positiva” y esperan que Nadal siga la misma senda. Lo mismo reclaman desde la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), donde exigen una apuesta por el diálogo para "contribuir a la resolución del conflicto" y apelan a la "amnistía y la autodeterminación".
Pero estos no son los únicos retos del nuevo consejero de Universidades. También deberá afrontar la negociación del sistema de financiación y garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior. Asimismo, deberá revertir la precariedad de la plantilla de los docentes --formada un 60% por asociados y un 40%, titulados--. "Las plantillas están precarizadas", recuerda Juan Montesinos, responsable de CCOO en Universidades Públicas.
De todos modos, habrá que esperar a que el consejero tome posesión de su cargo este martes a las nueve de la mañana. El tiempo dirá si su mandato estará marcado también por consignas ideológicas o si, por el contrario, se mantiene "leal a las instituciones".