El Parlament catalán ha rechazado instar a que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), se someta a una cuestión de confianza antes de que acabe 2022. Finalmente, esta petición sólo ha tenido el apoyo de la CUP, y el voto en contra del PSC-Units, ERC, En Comú Podem y PP, y las abstenciones de Vox, Ciutadans (Cs) y JxCat.
De este modo, la formación posconvergente ha evitado tensionar más las relaciones con sus socios de Govern, a pesar de sus amagos de impulsar esta iniciativa la semana pasada, y que acabaron derivando en la destitución de Jordi Puigneró como vicepresidente.
En la presentación de la moción, la portavoz de la CUP en la Cámara, Eulàlia Reguant, ha dado por sentado que la idea no prosperaría, aunque ha advertido al Govern de que deberá abordar en breve qué programa político y qué apoyos tiene para sacarlo adelante. La diputada cupaire ha recordado que JxCat celebra hoy y mañana una consulta interna para decidir si salen o no del Govern, al acusar a los republicanos de incumplir sus acuerdos de legislatura: "¿Esto es gobernar bien?", ha preguntado.
Los posconvergentes se escudan en su consulta interna
La posconvergente Mònica Sales ha argumentado que su grupo se abstiene porque cree que el contenido de la moción guarda relación directa con esa misma consulta. Y ha advertido de que, a partir del viernes, actuarán "de manera coherente, con lealtad y responsabilidad" en base a la decisión que tomen los afiliados de JxCat.
Alícia Romero (PSC) ha lamentado "el serial" del Govern, y que esté a la espera y pendiente del resultado de una consulta interna de JxCat. A su juicio, Aragonès ha perdido credibilidad por haberse quedado sin el apoyo de la CUP, y también por la posibilidad de perder el de los posconvergentes.
Para David Cid (En Comú Podem), la moción constata que la mayoría parlamentaria de la investidura está rota. Y ha recordado que JxCat está en el Ejecutivo catalán porque así lo quiso la CUP.
Desde ERC, Meritxell Serret ha tendido la mano a la CUP porque lo considera "un grupo prioritario para impulsar políticas transformadoras y para aprobar los Presupuestos de 2023". Aunque ha admitido que no les gusta el sentido de la moción porque, a su juicio, el Govern ha situado el cumplimiento del pacto de investidura como una prioridad.
Posicionamiento de Cs, PP y Vox
Por su parte, Nacho Martín Blanco (Cs) ha asegurado que la mayoría de los catalanes no están preocupados por lo que plantea la moción de la CUP, y sí por el incremento de la inflación y de los precios, justificando así la abstención de su grupo en todos los puntos del texto.
Desde el PP, su diputada Lorena Roldán ha enfatizado que "Aragonès no cuenta con los apoyos que le llevaron al Palau de la Generalitat".
La diputada de Vox Mónica Lora ha acusado al secesionismo de enzarzarse en luchas internas mientras las familias sufren los efectos de la inflación, ha sostenido que el Govern "ahoga" a los catalanes con impuestos mientras ofrece "limosna" con las medidas de escudo social y ha vuelto a pedir la suspensión de la autonomía en Cataluña aplicando el artículo 155 de la Constitución española.