Aragonès convoca a todos sus consejeros para abordar la crisis entre ERC y JxCat

El presidente Pere Aragonès ha convocado una reunión extraordinaria de todos sus consejeros para abordar a crisis entre ERC y Junts per Catalunya (JxCat). Tras suspender su agenda, el dirigente catalán se ha reunido con su equipo de confianza y esta tarde lo hará con los miembros del Consell Executiu. El desencadenante de esta situación es la propuesta de los neoconvergentes de que Aragonès se someta a una cuestión de confianza por el incumplimiento de sus acuerdos de gobierno.

El exconsejero de Economía y militante de Junts per Catalunya Jaume Giró / PARLAMENT

Todos los escenarios están abiertos y no se descarta que haya una ruptura entre los socios. El pulso de JxCat ha aflorado las diferencias internas en esta formación, pues su consellers, con Jaume Giró al frente, rechazan la ruptura, frente a sun sector duro y supuestamente minoritario que quiere salir del Govern.

El anuncio de Batet

El líder de Junts per Catalunya (JxCat) en el Parlament, Albert Batet, anunció anoche que su grupo pediría a Aragonès someterse a una cuestión de confianza si no aclara con mayor "concreción" cómo cumplirá el acuerdo de gobierno que ambas formaciones secesionistas sellaron en 2021.

Batet acusó a ERC de estar incumpliendo ese pacto en tres puntos "esenciales": la unidad entre las fuerzas independentistas en las Cortes Generales españolas; la negociación de una "amnistía y autodeterminación" en la "mesa de diálogo" con el Gobierno; y la reactivación del denominado "Estado mayor" del procés.

Acuerdo de claridad

La diatriba de Batet, miembro del sector duro de JxCat, se producía después de que Aragonès propusiera al Gobierno español un "acuerdo de claridad" sobre un referéndum, tal como se hizo en Canadá. Sin embargo, la propuesta no satisfizo a los neoconvergentes.

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En las últimas, las discrepancias entre JxCat y ERC habían ganado en intensidad, después de que el secretario general, Jordi Turull, proclamara que "así no podemos seguir" y que sometería la continuidad del pacto de legislatura a una consulta a la militancia. Turull matizó posteriormente sus palabras, pero su órdago ha sido superado por Batet.