La CUP aspira al asalto del cuarto sindicato catalán con Anna Gabriel
Los anticapitalistas se preparan para tomar CGT, con mucha presencia en el sector ferroviario y sanidad, gracias al regreso de la exdiputada en el Parlament
26 julio, 2022 00:00El regreso de Anna Gabriel de Suiza podría tener pronto otra derivada. La CUP aspira a tomar posiciones en el cuarto sindicato catalán, la CGT, con la colaboración de la exdiputada en el Parlament, un movimiento que llega tras un ajetreado congreso confederal ordinario en el que el sector afín a los nacionalistas catalanes, en coalición con otras alianzas, ha vencido por la mínima sobre los representantes más obreristas.
Lo explican diversas fuentes del sector, que citan el regreso de la cupaire como la previa a otro congreso, en este caso autonómico, que celebrará la CGT en Sallent (Barcelona), que es la localidad natal de la exelecta independentista. Según estas voces, la influencia de Gabriel podría servir para allanar el asalto nacionalista a una fuerza que, por ejemplo, es la sexta plataforma en representación en el Instituto Catalán de Salud (ICS), la mayor empresa pública de Cataluña, con 25 delegados.
La clave: Sallent
Máxime cuando a Sallent ha cambiado su militancia el también el actual secretario general de CGT Cataluña, Ermengol Gassiot, con un perfil considerado afín al independentismo catalán, y más concretamente a Endavant, el sector cupaire más metropolitano. La reunión prevista para febrero de 2023 se celebrará en este municipio otrora minero, aunque aún no se ha comunicado de forma oficial a los afiliados. No obstante, ya ha levantado polvareda en la organización porque se entiende como una jugada del actual líder para doblegar esta asociación social al parecer de la CUP.
De hecho, ya hubo mar de fondo cuando la CGT presentó a Anna Gabriel como cabeza de cartel de las elecciones sindicales en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), como explicó este medio. El centro universitario terminó excluyendo a la exrepresentante en el hemiciclo autonómico de los comicios sindicales entre cierta polémica.
Sindicalista en Suiza
Ese precedente en la UAB, y el hecho de que Gabriel trabaje como número dos del sindicato UNIA en Suiza, alimentan la certidumbre de que habrá movimientos internos en el cuarto sindicato catalán. Con Gabriel al frente o aportando su égida al sector y personas que aspiren a dirigir CGT.
Ello no gusta al sector obrerista nacional de esta organización laboral. Fuentes sindicales han recordado que en el resto del país "no se da crédito" a la "cercanía política" de la federación catalana "con un determinado movimiento político, sea el que sea". A este respecto, recuerdan las apariciones públicas de Gassiot en actos y manifestaciones independentistas.
Zaragoza: división
Distintas fuentes de CGT constatan a este medio la "división" en la que se ha sumido la fuerza desde que se celebrara el XIX congreso ordinario en Zaragoza. Las voces consultadas subrayan el "cisma" entre el sector "obrerista", no nacionalista, y el más cercano a la CUP y a la corriente Anticapitalistas, que ha concurrido en los últimos comicios regionales con Adelante Andalucía (AA) y ha conseguido dos diputados.
Unas voces atribuyen a "un asalto de la CUP y Arran" a la CGT el ajustado resultado del cónclave, por cuanto "la estrategia de la agrupación pasaba por no colaborar con los partidos políticos hasta ahora, algo que el sector de los catalanes quiere romper".
Sanidad y el Baix Llobregat
Por el contrario, otras voces del sindicato atajan los rumores y desmienten "que la CUP o algún partido" quiera hacerse con el control de una parte social con mucha influencia, entre otros, en el transporte público de Barcelona y las virulentas huelgas en ocasión de anteriores ocasiones del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. "Se trata de disputas internas por esta u otra federación y la configuración de la herramientas, no políticas", sentencian estos mismos interlocutores.
Detallan que una de las polémicas se centra en el Baix Llobregat y Barcelona y su cercanía con el sector obrerista nacional de, por ejemplo, Madrid, así como con la posibilidad de crear la Federación de Sanidad de Cataluña (Fensacat) de CGT, con estructura y patrimonio. "Se frenó", apostillan, descartando que los antisistema puedan hacerse con la central.
Sin éxito en el obrerismo
La crisis de Zaragoza y el movimiento de Sallent con Anna Gabriel, si se consuma, llegarían para paliar uno de los fracasos del independentismo catalán en los últimos años: el de lograr un sindicato afín. Parte del nacionalismo radical lo intentó con COS e Intersindical, pero las elecciones en los centros de trabajo en Cataluña han arrojado resultados claros: CCOO y UGT dominan con apabullante mayoría y USO, que mantiene una gran influencia, se consolida como tercera fuerza.
Los dos sindicatos indepes apenas han logrado representación, algo que se suma a algunas crisis internas destapadas por este medio. CGT es la cuarta pieza en el tablero, por delante de las apuestas secesionistas, por lo que podría servir como trampolín en los comités de empresa y juntas de personal.
Aviso aclaratorio: Esta información ha recibido una solicitud de rectificación de CGT