El plan de Salud de Argimon y Vegué hunde a Sant Joan de Déu en Cataluña
La orden hospitalaria pierde 12 millones directos al año con una hoja de ruta que sí beneficia a las empresas del alto cargo del 'conseller'
23 julio, 2022 00:00El plan maestro de salud mental presentado ayer por el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, y su alto cargo del ramo, Joan Vegué, impactaría de forma grave en la Orden Hospitalaria Sant Joan de Déu, que opera una red asistencial sanitaria a la que los planes del conseller y su polémico hombre de confianza restarían 12 millones directos al año.
Esta es la cifra anual que recibe la orden religiosa en convenios del Servicio Catalán de Salud (CatSalut) para hospitalización psiquiátrica de media y larga estancia, un modo asistencial que Argimon y Vegué proponen "reducir a cero" de forma paulatina. Los acuerdos entre la aseguradora pública para el parque de salud mental de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y su centro de la calle Numància de Barcelona se pueden consultar aquí (2020) y aquí (2021).
12 millones al año solo en Barcelona
¿Qué dicen los pactos Salut-SJD? Que la Orden Hospitalaria concierta con el CatSalut casi 1,1 milllones de euros para media y larga estancia (MILLE) en su centro de salud mental situado en la calle Numància de Barcelona, inaugurado en 2011.
Peor parada aún saldría la ciudad sanitaria que tienen los religiosos en Sant Boi, que perdería unos 10,8 millones de euros al año si desaparecen las camas de hospitalización a medio y largo plazo que tienen concertadas. Ello salvo que el complejo médico se transforme en equipamientos capaces de ser centros de día y de inserción, que es lo que busca premiar la hoja de ruta desgranada ayer por Argimon y Vegué.
A las empresas de Vegué sí les beneficia
Precisamente, esta apuesta por dejar a "cero" los ingresos en las unidades de media y larga estancia es controvertida porque aunque Argimon y Vegué la enmarcan en la rama más humanitaria de la psiquiatría, beneficia a CPB, el proveedor sanitario en el que el segundo es director médico y, hasta el 9 de marzo de este mismo año, consejero.
En otras palabras: el doctor Vegué ha tutelado la elaboración de un plan público que premia a la red de proveedores privados en la que él ejerce de alto cargo y, hasta el invierno, ocupaba un puesto registral, tal y como muestra el Registro Mercanti.
Malestar en el sector
Los planes de conseller y alto cargo han incendiado el sector asistencial regional. Por un lado, por el posible conflicto de interés de Vegué al figurar en un grupo de empresas privadas que se beneficiarán de sus planes desde la consejería, donde cuenta con asistente y despacho.
Y por el otro, por la falta de diálogo en una medida, reducir "los ingresos a cero", que no cuenta con el consenso del sector y, lo que es más, se ve "imposible". Es lo que aseguran altos cargos de la red de proveedores de salud mental, que recuerdan que "si 2.800 pacientes ingresados salen a la calle no se quedarán allí, tendrán que ir a centros de día o su convivencia en la comunidad será compleja".
El maternoinfantil se salva
Preguntada por la cuestión, una portavoz del complejo asistencial de Sant Joan de Déu para salud mental ha indicado que no realizaría comentarios sobre los planes de Vegué. Un representante del hospital maternoinfantil de Esplugues de Llobregat (Barcelona), a su vez, ha recordado que ellos "apenas" tienen hospitalización de media y larga estancia, pues se especializan en pediatría.
No obstante, el conocido hospital y el CatSalut sí cuentan con un convenio propio --este-- en el campo de salud mental, que genera una facturación ínfima. Ese acuerdo, pues, no se nutriría en su parte de hospitalización si prosperan los planes de conseller y alto cargo.
Vegué, polémico
El golpe que se llevaría la orden religiosa con estos planes es solo una arista más en la controvertida figura de Joan Vegué, a quien parte del sector cuestiona por compaginar su actividad de tutela pública con sus cargos privados. A preguntas de este medio, el conseller Argimon le ratificó en el cargo hace unas semanas, aunque ello no calma los ánimos de la industria sanitaria.
Máxime cuando este medio reveló que CPB, el proveedor de Vegué, paga sus alquileres a una inmobiliaria de la directora general, o que el ahora máximo asesor visita en una clínica privada no autorizada por la consejería. Todo ello ha sido llevado por Vox al Parlament y la CUP estudia denunciarlo a la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) por si hubiera fraude en el concierto con el CatSalut.