La Generalitat de Cataluña pretende desplegar un sistema de vigilancia lingüística en las escuelas para reprimir el uso del castellano en los centros educativos de la autonomía.
La Consejería de Educación del Govern secesionista está instando a las escuelas a "constituir" una especie de comisariados lingüísticos formados por miembros de las direcciones y profesores de las escuelas para controlar en qué lengua dan sus clases los docentes, e incluso cuál utilizan al interactuar con los alumnos.
En 1.000 colegios el próximo curso y generalización en 2023/2024
Según una circular a la que ha tenido acceso el diario El Mundo, los denominados "grupos impulsores sobre los usos lingüísticos en el ámbito educativo" tendrán entre sus cometidos "promover el compromiso y la colaboración de la comunidad educativa en la mejora del uso lingüístico del catalán en todos los contextos escolares", y actuarán coordinados con la inspección educativa de la Generalitat.
Este sistema de control lingüístico ha empezado a aplicarse ya a modo de prueba en 20 escuelas de Cataluña este año, y la Generalitat pretende que en el próximo curso llegue ya a 1.000 escuelas más, generalizándose por completo en el de 2023/2024.
El énfasis del Govern en imponerlo es tal que realizará incluso sesiones formativas a sus comisarios lingüísticos en las que participará la inspección educativa de la Generalitat.
Entrada de los 'chivatos' en plena clase
El Mundo revela incluso que, desde la Consejería de Educación, la secretaria de Transformación Educativa de la Generalitat, Núria Mora, manifestó el pasado noviembre lo siguiente en una reunión telemática con los responsables de los centros: "Si sabéis que hay profesorado que hace su docencia en castellano, os facilitaremos las herramientas para que podáis entrar en las clases a hacer observaciones". Unas intromisiones que, según Mora, también prevén llevar a cabo en otros "puntos débiles" del uso del catalán, como el recreo o las actividades extraescolares.
Según dicho medio, el conseller de Educación Josep Gonzàlez-Cambray, presente en dicha reunión, añadió que "si hay algún profesor que hace la clase en castellano y la tiene que hacer en catalán, tenemos que tener conocimiento".