El independentismo trata de asaltar la Federación Catalana de Fútbol
El balompié metropolitano se organiza para que la 'vieja Convergencia' tome el ente de gobierno del fútbol catalán en las elecciones del 22 de mayo
14 mayo, 2022 00:00Otra operación del independentismo para controlar una institución clave en Cataluña. El nacionalismo catalán aspira a tomar por asalto la Federación Catalana de Fútbol (FCF) en las elecciones del próximo domingo, 22 de mayo, lo que ha provocado una reacción del balompié metropolitano para cortar el paso a la "politización".
Lo explican fuentes internas del organismo, que avisan de la operación secesionista para controlar la centenaria institución. Un movimiento con "tres polos y apenas un candidato crítico". Si nada lo impide y siempre según estas voces, la FCF caerá en manos del nacionalismo, igual que ocurrió con la Cámara de Comercio de Barcelona en 2019 y la ANC.
Cuatro candidatos, "una alternativa"
¿Cuáles son los hechos? La FCF celebrará elecciones el próximo domingo con cuatro candidatos en liza. Se trata de Joan Soteras, actual presidente y al frente de una lista continuista; Juan José Isern, vicepresidente saliente; Alex Talavera, candidato crítico; y Pep Palacios, aspirante minoritario. De primero al último, han reunido 763 avales validados, 594, 583 y 202, respectivamente.
También es factual que la Federación Catalana, la que opera más licencias de toda España, se ha visto salpicada por diversos escándalos de presunta corrupción, incluida la dimisión del expresidente, Andreu Subies, por presuntamente desviar fondos, en un escándalo en el que llegó a ser detenido por la Guardia Civil. O una denuncia interpuesta ante la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) que ha recalado ante la Fiscalía por presuntos ilícitos penales, avanzó El Confidencial. Ello en un contexto de descenso de los ingresos por la pandemia del coronavirus y su golpe económico, que ha sacudido la tesorería de los clubes.
"Politización" con Joana Ortega
Hasta aquí lo inapelable. La liza electoral ha generado todo tipo de discursos contrapuestos, la mayoría enraizados en la necesidad de "integridad" o "cambio" en la institución. Pero las fuentes consultadas apuntan a otro ángulo: el político. "No se ha dado la importancia que se merece al hecho de que una de las candidaturas, la de Juanjo Isern, lleve en su lista a Joana Ortega, una ex vicepresidenta del Govern condenada por organizar un referéndum de independencia: el de 9 de noviembre de 2014".
Las misma voces alertan del peligo de "politización de la FCF", que es "evidente", y que rompería la "neutralidad" de un organismo que gobierna para una red de clubes entre los que hay "de izquierdas y derechas, independentistas y no independentistas".
Pugna en el área metropolitana
Pero es que hay algo más. Distintas fuentes consultadas afean que los comicios deportivos, en los que el voto es secreto y cada club emite un sufragio --vale lo mismo el del FC Barcelona que el de un club menor-- "serán escenario de nuevo de la vieja pugna entre el nacionalismo tribal y la Cataluña popular del área metropolitana".
Ello lo argumentan señalando el "malestar" en clubes de comarcas como el Baix Llobregat o el Maresme por los flirteos de algunos candidatos con el nacionalismo. "No es de recibo que se ponga el ente al servicio del lazo amarillo --en referencia al símbolo por los políticos catalanes condenados por el procés--. El fútbol es un deporte plural y no es de recibo que se defienda la oficialidad de selecciones no oficiales --como la catalana, a la que un candidato, Juano Isern, quiere conferir más estatus para que se enfrente a La Roja--".
Todos contra Talavera
En este tablero, la cita electoral está cobrando forma de pugna a tres. Soteras, el actual presidente, ha logrado más avales que el resto de aspirantes, aunque fuentes de la carrera a la presidencia recuerdan que "si controlas los mecanismos internos, es más fácil lograr apoyos que no comprometen a nada". En segunda línea, dos aspirantes confían en dar el sorpasso el próximo fin de semana.
Son el propio Isern, vinculado a la extinta Unió Democràtica de Catalunya (UDC), y Alex Talavera, expresidente de la UE Cornellà, que dimitió para armar su intento de alzarse al frente del ente. "El debate se ha convertido en un todos contra Talavera, por cuanto representa dos cosas. Uno, otro proyecto. Y dos, una candidatura que se enfrenta al viejo establishment convergente", razonan.
La sociedad civil, campo de batalla
Nada de esto es nuevo. Los comicios a la FCF se articulan como otra gran batalla entre el nacionalismo catalán y los aspirantes a mantener la neutralidad de las capas de la sociedad civil. En la etapa más dura del procés independentista, ocurrió con el Colegio de Médicos de Barcelona, el de Arquitectos o el de Ingenieros de Puentes y Caminos y, después, con las elecciones a rector de la Universidad de Barcelona (UB), el Colegio de Abogados de Barcelona (Icab) o el de Enfermería.
Cierto es que en cada institución lo resultados han sido desiguales para el secesionismo. El mayor éxito sigue siendo la Cámara de Comercio de Barcelona, institución presidida primero por Joan Canadell --ahora diputado de Junts en el Parlament-- y Mònica Roca que ha abrazado la causa proseparación. Este enconamiento ha provocado que empresas con fuerte raigrambre en Cataluña abandonen la institución quejándose de, también, la politización.