El Síndic rechaza el 25% en castellano porque los alumnos ya lo utilizan en el recreo y el comedor
Ribó elabora un informe basado en encuestas en el que tergiversa los datos para oponerse a la aplicación de las sentencias sobre bilingüismo escolar
21 marzo, 2022 16:42El Síndic de Greuges ha presentado este lunes un informe basado en encuestas en el que llega a la conclusión de que no es necesario aplicar las sentencias que exigen impartir, al menos, el 25% de las clases en castellano porque, según su análisis, este porcentaje de uso de esta lengua ya se supera con creces en el sistema educativo catalán.
Lo significativo del caso es que, para calcular esas proporciones de usos lingüísticos en las escuelas, la oficina de Rafael Ribó no solo recoge la lengua en la que se imparten las clases, sino que también incluye la lengua en la que los alumnos hablan entre sí en las aulas, el idioma en el que se dirigen al profesor, la lengua que utilizan en el patio y el idioma que usan en el comedor. De esa forma, el Síndic asegura que el español ya es la “lengua vehicular” en las escuelas catalanas en, aproximadamente, un tercio del “horario lectivo”.
La transformación de las cifras
El informe, denominado Derechos y usos lingüísticos de los niños y adolescentes en Cataluña. La escuela como garantía de la igualdad de oportunidades, se basa en una encuesta realizada a finales de 2021 a 52.522 alumnos (26.419 de 5º de primaria y 26.103 de 3º de ESO) catalanes.
En base a ese sondeo, Ribó señala que un 18,4% de las materias de primaria se dan en castellano, frente a un 71,6% en catalán. Sin embargo, tras realizar las ponderaciones señaladas, concluye que la “lengua vehicular en la escuela” en primaria es el castellano en un 33,1% y el catalán en un 62,1%. En el caso de secundaria, ocurre algo similar. El inicial 23,1% en español y 67,3% en catalán se transforma en un 32,9% en castellano y 60,6% en catalán.
Ponderaciones arbitrarias
Más allá de que la cifra inicial de usos lingüísticos en la impartición de las materias utilizado por el informe se basa en encuestas, no en los datos oficiales (disponibles en los proyectos lingüísticos de cada centro), el Síndic utiliza ponderaciones arbitrarias para modelarla. Así, en primaria, tras recoger que, según la encuesta, el 48% de los alumnos hablan entre sí en español en las aulas, frente al 50,9% que lo hace en catalán, y que el 17,4% habla en castellano con los profesores, frente al 81,5% en catalán, pondera al 50% esos datos y considera que la “interacción en el aula” es del 32,7% en castellano y del 66,2% en catalán. A estas cifras le otorga un peso del 25% (también de forma subjetiva) frente al 75% de la lengua de impartición de la materia, y llega a la conclusión de que la “lengua vehicular del aula” es el español en un 22% y el catalán en un 70,2%.
A ese resultado le otorga un 60% del peso final (también de forma arbitraria) y le añade que en el patio se habla un 56,5% en castellano frente a un 43,1% en catalán (con un peso del 20%) y que en el comedor se habla un 41,9% en español frente a un 57,7% en catalán (con otro 20%). De ahí llega a la conclusión final de que la “lengua vehicular en la escuela” en primaria es el castellano en un 33,1% y el catalán en un 62,1%. Y realiza el mismo ejercicio en el caso de la secundaria.
Proyección de la aplicación de la sentencia
A partir de ahí, el Síndic hace una proyección de lo que, según el método de cálculo utilizado, supondría aplicar las sentencias que ordenan impartir, al menos, el 25% de las clases en español, incluyendo una asignatura troncal no lingüística (es decir, sin contar las materias de castellano, catalán e inglés).
Ribó considera que, en primaria, el castellano pasaría del 18,4% al 35,4% del tiempo de impartición de las materias (aunque no da ninguna explicación de cómo se produciría ese salto) y que alcanzaría el 40,7% del tiempo como lengua vehicular del centro educativo (frente al 54,5% del catalán). Mientras que en secundaria, el español como lengua de impartición de materias subiría del 23,1% al 34,3% y alcanzaría el 40,1% del tiempo como lengua vehicular del centro (frente al 53,4% del catalán). Una situación del todo inaceptable para el Síndic.