La negociación de ERC con los comuns para intentar salvar in extremis los presupuestos de la Generalitat de 2022 ha abierto una crisis sin precedentes entre los dos socios del Govern, JxCat y los republicanos.
El acercamiento de ERC a En Comú Podem este domingo para recabar su apoyo a las cuentas autonómicas, tras el portazo de la CUP del sábado, ha generado el enfado de sus socios neoconvergentes, que rechazan cualquier cesión a los morados. Todo ello con la espada de Damocles del pleno parlamentario de este lunes, para el que los socios de Govern se presentan sin los apoyos necesarios para sacar las cuentas adelante. Si no los consiguen a última hora, no habrá presupuestos (se prorrogarán los actuales, que ya se arrastran desde 2020) y la actual legislatura estaría tocada de muerte apenas seis meses después de la proclamación de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat.
El portazo de la CUP
La situación se complicó el sábado al mediodía, cuando la CUP confirmó que mantenía su enmienda a la totalidad del proyecto de presupuestos de la Generalitat confeccionado por el consejero de Economía, Jaume Giró (JxCat). Unos días antes, las asambleas de los antisistema habían rechazado las cuentas del Govern (votaciones en las que apenas participaron 462 personas) aunque habilitaban a la dirección para seguir negociando.
Los cupaires exigían contrapartidas en materia de vivienda, fiscalidad, Mossos, inversiones y proceso independentista. Pero la contraoferta del Govern, que incluía, entre otras cosas, un grupo de trabajo para preparar otro referéndum independentista, no convenció a los anticapitalistas. Y rompieron la baraja.
Reunión de ERC y los comuns
ERC, entonces, miró a los comuns. Miembros republicanos del Govern ya habían tenido un primer contacto el jueves con dirigentes de En Comú Podem, en previsión del plantón de la CUP. Y este domingo por la tarde, volvieron a reunirse con ellos, ya en una posición desesperada. El encuentro duró más de tres horas y terminó sin acuerdo. Las exigencias de los de Jéssica Albiach para dar luz verde a las cuentas incluían inversiones en ferrocarril, espacios verdes, salud mental y dentistas públicos. Además, se oponían al proyecto de Hard Rock y a los Juegos Olímpicos de Invierno.
Ningún representante de JxCat quiso participar en la mesa de negociación. Un escenario que sorprendió a los morados que, más allá de lamentar que no consiguieron ninguna cesión, admitieron no saber si estaban "negociando con el Govern o solo con ERC". "No sabemos con quién estamos hablando y no sabemos si la negociación es muy fiable. Da la sensación de que están rotos", aseguraron fuentes de los comuns. ERC, en cambio, prefirió hacer una valoración positiva del encuentro, asegurando que había avances.
JxCat rechaza cesiones a los comuns
El mismo domingo por la tarde, mientras aún seguían reunidos ERC y los comuns, el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, apareció en una rueda de prensa para subrayar que su formación rechazaba cualquier cesión a los comuns. “No aceptaremos que por la puerta de atrás se cambien los presupuestos. Lo que no acordamos con la CUP no lo acordaremos con los comuns”, señaló Sànchez.
El dirigente neoconvergente solo ofreció dos alternativas: instar a la CUP a retomar las negociaciones (a quien todavía considera socio prioritario), o solicitar la comprensión del resto de grupos de la cámara autonómica para que facilitaran gratuitamente y por “responsabilidad” la continuidad del trámite parlamentario de los presupuestos.
Ninguneo y veto al PSC
Uno de esos otros grupos que podrían salvar las cuentas autonómicas es el PSC. Sin embargo, y a pesar de los reiterados ofrecimientos de los socialistas en las últimas semanas para dialogar, el president Aragonès siempre ha rechazado cualquier contacto con ellos.
Este mismo domingo, la portavoz del PSC, Alícia Romero, ha vuelto a ofrecerse tras mostrar su perplejidad por el ninguneo y el veto al que les ha sometido Aragonès. ”Es increíble que ante esta situación el presidente Aragonès no abra el diálogo con otras fuerzas políticas. El presidente Aragonès no quiere hablar con nosotros en estos momentos, cuando no tiene garantizado el inicio del trámite de los presupuestos de mañana”, ha lamentado Romero.
El Govern, roto
Lo que ha quedado claro este fin de semana es que los socios de Govern, ERC y JxCat, están más divididos que nunca, a pesar de que Jordi Sànchez se haya apresurado a pedir “que nadie tenga sueños húmedos de votar los presupuestos o abstenerse pensando que deshará la mayoría independentista”.
Del espectáculo de crisis total del domingo solo se salva el encuentro secreto entre Aragonès y Giró celebrado en el Palau de la Generalitat para tratar de acercar posiciones. En todo caso, el president ha convocado una reunión extraordinaria del Govern para primera hora del lunes.
38.000 millones en juego
ERC y JxCat solo tienen hasta las 10.30 horas del lunes para convencer a los grupos de la oposición de que retiren sus enmiendas a la totalidad que han presentado todos (PSC, Vox, CUP, comuns, Cs y PP).
A las 14.00 empezará el pleno, con una primera intervención de Giró y el posicionamiento posterior del resto de grupos. Tras el debate, se votarán las enmiendas a la totalidad conjuntamente. Si se aprueban, los presupuestos serán historia. Si se rechazan, las cuentas seguirán su tramitación en la correspondiente comisión parlamentaria. Más de 38.000 millones de euros están en juego.