El plan del Govern para cerrar la crisis de la FP colapsa la formación online del IOC

Actualmente, el IOC atiende a cerca del 10% de los estudiantes catalanes de FP, lo que representa unos 6.600 jóvenes al año. Sin embargo, la institución tiene una de las ratios más elevadas de la red pública. Según datos facilitados por CCOO, la proporción entre profesor y alumnos se sitúa de media en 1/90. Es decir, un único enseñante atiende a casi 100 estudiantes.

Tutorías multitudinarias

En el caso de las tutorías, esta cifra puede dispararse hasta los 250 pupilos, como se constata en los anexos del decreto 57/2020 que regula el funcionamiento del equipamiento. El IOC tiene una plantilla fija de unos 80 docentes, mientras que el resto de profesionales varía curso a curso en función del número de matrículas.

Pero estos profesores colaboradores, que compaginan sus clases en el IOC con la docencia en otros centros públicos o privados, asumen igualmente la atención personalizada. Una situación límite que podría agravarse tras la medida del Departamento capitaneado por Cambray. "He llegado a tener tutorías de 247 alumnos cuando era colaborador del IOC", reconoce el responsable de FP de UGT, Jesús Martín.

Ciclos insuficientes

No es el único obstáculo. El coordinador de FP de USTEC-STEs, Ramon Roy, añade la oferta insuficiente de ciclos del IOC. "El centro ofrece una veintena de grados medios y superiores, muy por debajo de la diversidad formativa en la que se han matriculado los jóvenes que se han quedado sin plaza", explica.

Además, Roy sostiene que esta alternativa puede llevar a más "abandono escolar", puesto que los alumnos serán redirigidos a ciclos alternativos a sus preferencias y también deberán afrontar las asignaturas en su modalidad telemática. "Muchos no están familiarizados con la educación distancia y puede que no tengan recursos para hacerle frente. Nos parece una alternativa muy complicada", concluye.

El conseller de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, en la comisión de Educación del Parlament / EUROPA PRESS

"Medida ilegal"

Por si fuera poco, Martín apunta otra clave que complica aún más el plan de Educació. "En el decreto 57/2020 se especifica que los alumnos del IOC deben ser mayores de edad o cumplirlos en el año natural del inicio de la formación, salvo excepcionales muy especiales. La medida que propone la Consejería es ilegal, no se ajusta al redactado del decreto", remacha Martín.

En efecto, el artículo 32 de la norma recoge la casuística en que se exceptúa la mayoría de edad, pero se trata de supuestos singulares como ser deportista de élite, sufrir una enfermedad que impida cursar los estudios de forma presencial, hallarse en una situación de dificultad social extrema o bien hallarse fuera de la comunidad. Además, todos los casos deben ser autorizados previamente por el director del IOC. De hecho, estos preceptos están en sintonía con lo que recoge la Ley de Educación de Cataluña, que aconseja la enseñanza presencial para todos los menores de 18 años.

De parche en parche

Los sindicatos han criticado con dureza la inacción de las autoridades educativas para afrontar el boom de matrículas en grados medios y superiores en el curso 2020-2021. Pese a que el Govern ya contaba con el precedente del curso anterior, en que los inscritos en la FP superaron los recién llegados a la ESO, a finales de agosto cerca de 20.000 aspirantes se quedaron sin centro asignado por la infradotación de plazas públicas.

Pese a que los centros concertados y privados han ofrecido 1.900 plazas adicionales para reducir esta brecha, la Generalitat ha rechazado la mano tendida de las empresas. Como única solución, Educació ha ampliado la oferta en 4.215 plazas, a las que se suman las plazas online que el pasado miércoles Cambray puso sobre la mesa.

Sin una solución

Tampoco está claro qué ha sucedido con los 14 millones transferidos por el Ministerio de Educación para este propósito. La situación enerva a las organizaciones de docentes, que claman por una solución definitiva que aproveche al máximo los recursos públicos.

"Las aulas de informática ya existen, por lo que abrir grupos de sistemas informáticos tiene coste cero. Y para el ciclo de auxiliar de enfermería bastaría con habilitar espacios en los centros y pactar convenios en el tercer trimestre del curso. Esto, a su vez, ayudaría a descongestionar los hospitales", detalla Martín. "De esta forma, solucionaríamos la situación para los dos grados con más demanda tras el Covid. ¿Tanto cuesta?", se pregunta el sindicalista.