Borràs arremete contra la mesa de diálogo: "Es como una alucinación colectiva”

Las dos velocidades o las interpretaciones distintas sobre la realidad, se mantienen en el seno del Govern. El choque, soterrado, no ha alcanzado todavía el nivel de la pasada legislatura, pero existe. Laura Borràs, presidenta del Parlament, no quiere saber nada de la mesa de diálogo que ha establecido el Gobierno de Pedro Sánchez con el gobierno catalán, y que defiende ERC y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Como ariete de Junts per Catalunya, Borràs sostiene que no existe el diálogo que se proclama con Pedro Sánchez: “Es como una alucinación colectiva”.

En el momento en el que los dos ejecutivos preparan ese nuevo encuentro, con citas entre los dos presidentes, Borràs lanza una advertencia clara que demuestra la posición de Junts per Catalunya, que vive, de hecho, una discusión interna, con partidarios de negociar y gestionar la Generalitat autonómica y los que piden renovar el choque con el Estado.

Unidad independentista, con la CUP

Para Borràs, como ha señalado en una entrevista en El Punt-Avui, todo lo que hace el presidente Sánchez es de cara a la galería. Tanto los indultos a los dirigentes independentistas presos como la remodelación del Ejecutivo forma parte, a juicio de la presidenta del Parlament, de “un plan de marketing generalizado” y a un debate “dentro del PSOE”.

Laura Borràs en el festival Cruïlla / TWITTER

Mientras Jordi Sànchez intenta consolidar Junts per Catalunya como un partido cohesionado, y que pueda competir en el orden de la gestión con ERC, otros dirigentes hacen la guerra por su cuenta, más alineados con Carles Puigdemont. Es el caso de Laura Borràs, que, de hecho, busca una vía propia, con algunos adeptos dentro del grupo parlamentario como Francesc de Dalmases o Aurora Madaula. Y lo que señala Borràs es que el independentismo ya cuenta “con la fórmula y la unidad para alcanzar la independencia, y lo que falta es mantener esa unidad y esta firmeza para implementar el tramo final”, en alianza con la CUP.

Sin embargo, Borràs mantiene una causa abierta con la justicia, por presuntos delitos de prevaricación y malversación cuando fue directora de la Institución de las Letras Catalanas (ILC), que la podría dejar fuera del Parlament. Borràs insiste en que la quieren juzgar por su ideología y que ella no ha cometido “ningún delito”.