El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha confiado en Núria Bassols para sofocar la pugna entre jueces por el Covid. La segunda instancia judicial ha encargado a la ex alto cargo de Artur Mas, cuyo marido fue detenido por el caso 3%, para hacer de árbitro en la riña entre magistrados por las restricciones por el coronavirus, que avanzó este medio. Una portavoz de la segunda instancia judicial ha matizado que el nombramiento es "automático" porque es la juez del contencioso con mayor rango y el presidente se encuentra ausente.
Han alertado de la noticia fuentes judiciales. Apuntan al auto 68/2021 de la segunda instancia judicial que avala el toque de queda nocturno decretado por la Generalitat de Cataluña en 161 municipios para combatir el rebrote de la pandemia. Las mismas voces alertan de que la resolución judicial viene firmada por un grupo de magistrados de la sala Contenciosa del TSJC, presididos por Bassols, y no por la sala de la discordia que dirimió restricciones anteriores emitidas por el Govern.
"La han llamado para poner paz"
Estos interlocutores subrayan que el TSJC "ha llamado para poner paz" a Bassols, adscrita a la sección cuarta de la jurisdicción contenciosa. Recuerdan que la segunda instancia judicial tuvo que crear la denominada "sala de la discordia", un concepto jurídico que existe en caso de grave discrepancia entre magistrados, para validar anteriores decisiones de la Generalitat de Cataluña contra la pandemia.
Ocurrió en mayo, cuando el Alto Tribunal catalán dio luz verde a la apertura de la restauración desde las seis de la mañana a medianoche por la mejora de los datos epidemiológicos. El Govern dio un paso a favor de reabrir la hostelería y el TSJC tuvo que crear un foro especial para debatirlo. Finalmente lo hizo, dando su sí a un relajamiento de las medidas antipandémicas. Con ello, acabó con los votos particulares de decisiones anteriores, pues los magistrados se encontraba partidos entre los prosalud --entorno a Manuel Táboas-- y los proeconomía --Javier Aguayo y Héctor García--.
Auto escéptico
En esta ocasión, el organismo judicial ha impulsado el toque de queda nocturno bajo la tutela de la magistrada Núria Bassols. Ello no significa que los magistrados de la sección contenciosa que la avalan den carta blanca al Govern y al Procicat. El TSJC corrobora el cerrojazo de movimientos a partir de las 01:00 horas, pero lo hace apelando a la "penosa realidad" del coronavirus, un escenario "que puede estar superado en cualquier momento". Esta realidad penosa es, recuerda el Tribunal, "efecto y resultado de lo que por acción u omisión se ha ido decantando cuanto menos en las dos últimas semanas", en lo que constituye un toque de atención a la gestión que ha hecho el Govern de la quinta ola del virus.
En la resolución, la instancia judicial rechaza pronunciamientos de otros TSJ que han avalado confinamientos nocturnos municipales, como el de Valencia, y alerta al Ejecutivo regional de que está encerrando 161 municipios, "la práctica totalidad de Cataluña", durante "dos o tres semanas" y no una, como fija el primer decreto de toque de queda. Los jueces, con Bassols al frente, avalan el toque de queda para "salvaguardar y preservar los derechos a la vida y a la protección de la salud y la estabilidad del sistema sanitario", y "en concreto hospitalario y de asistencia primaria". Recuerdan al mismo tiempo que aún no se ha publicado la sentencia del Tribunal Constitucional que declara ilegal el confinamiento del primer Estado de Alarma en España.
Bassols, polémica
Cualquiera que sea el tono del aval del TSJC al toque de queda nocturno, lo cierto es que la sala que lo ha validado, sin las discrepancias anteriores, tiene enjundia. Núria Bassols Muntada es una exmagistrada de la sección penal trasladada a la contenciosa después de que su marido, Josep Maria Bassols, exalcalde de Anglès (Girona), empresario y ex jefe de campaña del expresidente catalán huido de la justicia, Carles Puigdemont, fuera detenido por el caso 3% en 2017. El movimiento de la letrada lo dictó la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la acató la juez.
Antes de ese traslado, la trayectoria de Bassols, nueva árbitro del TSJC, ya dio que hablar. Amiga personal del expresidente catalán Artur Mas, la magistrada fue nombrada responsable del programa de Transparencia de la Generalitat de Cataluña en 2013 y Comisionada del mismo área por el ex jefe del Ejecutivo en 2015. La fulminó el gabinete de Puigdemont tras la primera detención de su marido, que provocó las quejas de ERC por la condición de imputado del arrestado.
TSJC: "Nombramiento automático"
En conversación con este medio, una portavoz del TSJC ha indicado que Núria Bassols preside la sala que ha avalado el toque de queda por un automatismo, pues es la juez de mayor rango y el presidente se encontraba ausente. La misma fuente oficial ha señalado que la sala de la discordia es un ente "regulado por ley" y que no tiene existencia continuada, sino que se crea cuando hay un empate entre jueces. La creación del espacio, pues, no presupone que la misma deliberación especial continúe en el tiempo, sino que dependerá del caso que se vea en cada momento. Otras fuentes judiciales se han reafirmado en la "división absoluta" entre jueces del TSJC sobre apuntalar, o no, las restricciones contra el Covid-19.
En el terreno de la carrera de la juez Bassols, desde el TSJC se recuerda que fue la propia magistrada la que pidió el traslado de la jurisdicción penal a la contenciosa, pues se abrió la plaza. Se trata pues de un procedimiento reglado que también discurre por cauces automáticos y objetivables.