La imposible contrarreforma fiscal de Giró

ERC y Junts per Catalunya (JxCat) ya dieron cuenta el año pasado de sus diferencias ideológicas respecto al modelo fiscal catalán durante la negociación de los presupuestos. También lo hicieron durante la campaña electoral, donde el debate sobre el impuesto de sucesiones provocó discrepancias incluso dentro de los neoconvergentes. A esta situación se añade el acuerdo de Pere Aragonès con la CUP. Ante este escenario, los partidos de la oposición, así como expertos en fiscalidad y economía, auguran en declaraciones a Crónica Global, pocos cambios en el sistema impositivo catalán, a excepción de alguna modificación en los impuestos propios.

Dicho de otra manera, el consejero de Economía, Jaume Giró --propuesto por JxCat y que ya ha anunciado que se prorrogarán los presupuestos de la Generalitat de 2020-- tiene pocas posibilidades de aliviar la presión fiscal que reclaman los empresarios y que, en comparación con otras comunidades, incide en las rentas bajas del IRPF. Las tensiones gubernamentales se concentrarán en los impuestos sectoriales, como la tasa turística o el despliegue de la fiscalidad ecológica.

El acuerdo de 2020

El anterior gobierno de Quim Torra aprobó los presupuestos de 2020 en vísperas de la pandemia gracias a la negociación del entonces vicepresidente económico Pere Aragonès y En Comú Podem. El acuerdo, que evitó una tercera prórroga de las cuentas públicas --Cataluña, sin embargo, asiste a una cuarta, según ha anunciado Giró, pues no se aprobarán otras en 2021--, se tradujo en cuatro nuevos impuestos o modificación de los ya existentes, un aumento del IRPF en las rentas más altas, un descenso en la bonificación de Sucesiones y pisos vacíos, y un aumento de gravamen bebidas azucaradas.

Según explicó Aragonès, este aumento de los ingresos permitiría revertir los recortes y un incremento de 550 millones de euros anuales los recursos de la Generalitat. Calificó esta modificación fiscal de "histórica", mientras que la líder de los comunes en el Parlament, Jessica Albiach, consideraba que "sienta las bases del gobierno progresista que necesita Cataluña".

El Covid

El presupuesto quedó superado por el Covid y, un año después, y a pesar de un amago de pacto progresista, Aragonès ha revalidado su coalición con JxCat, que criticaron públicamente aquel aumento de la presión fiscal.

“No va a haber Presupuestos para este año, sino que se van a diseñar directamente los del año que viene. Por lo tanto, creo que si Junts entra en la lógica de rebajar fiscalmente y derogar la reforma fiscal que aprobamos con el Govern el año pasado, no van a ser capaces de diseñar unos Presupuestos”, explica a este medio Lucas Ferro, portavoz adjunto de En Comú Podem en el Parlament.

Cree que, este año, “serán más importantes los ingresos derivados de las transferencias extraordinarias y ordinarias fruto de la pandemia y de los fondos europeos, que intentar rascar a la baja 100 o 200 millones en fiscalidad”.

Impuestos sectoriales

Ferro ve más previsible “la tensión en impuestos sectoriales (tasa turística, bloqueo del despliegue de la fiscalidad ecológica, etc.) que intentar una contrarreforma fiscal. Creo que sería muy agresivo y que no tendrían mayoría para hacerlo ni dentro ni fuera del Govern”.

El podemita considera que la clave de los presupuestos va a ser “cómo se priorice y jerarquice la gestión de los recursos públicos en los diferentes departamentos. La batalla se va a dar en qué parte se dedica a protección social, a educación, a sanidad, a crecimiento y economía”.

Las comunidades autónomas recaudan impuestos propios e impuestos cedidos. Según Esaú Alarcón, abogado fiscalista y profesor de Derecho Financiero de la Universidad Abat Oliba CEU, Cataluña es “campeona nacional” en materia de impuestos propios, creados para hechos imponibles sobre los que previamente no haya legislado el Estado. La comunidad catalana tiene actualmente quince impuestos propios, mientras que muchas regiones tienen tres o cuatro”. Asturias tiene siete y Andalucía, seis.

Cesión de tributos

En cuanto a los impuestos cedidos, la que más recauda también es Cataluña “gracias a la ley de cesión de tributos del Estado a las autonomías, una ley estatal que ha ido aumentando la cesta de ingresos desde Felipe González a Mariano Rajoy, pasando por Aznar y su pacto del Majestic con CiU”. Las modificaciones normativas autonómicas de cada gobierno autonómico también han contribuido a ello.

“Yo creo que los independentistas se pondrán de acuerdo para aumentar impuestos siempre. ERC está obsesionada con cargarse los incentivos de la empresa familiar y con igualarse con Madrid, pero ya veremos”, afirma el fiscalista.

Sin apoyos

Alícia Romero, portavoz de PSC-Units, cree que el consejero Giró no aplicará una “contrarreforma” fiscal porque “no tiene apoyos para ello. No hay nada en el acuerdo ERC-CUP sobre fiscalidad, y JxCat no quiere más impuestos. De hecho, ERC tampoco” pues, según recuerda, “los modifico por los comunes”. La socialista está convencida de que todo quedará como está, quizá “con alguna modificación de impuesto propio”.

El economista y profesor de la Universitat de Barcelona, Gonzalo Bernardos, coincide con Romero en la imposibilidad de que el consejero de Economía modifique el modelo fiscal catalán. “Giró no hará nada. Ni tiene intenciones verdaderas de hacer algo que suponga una rebaja de impuestos, ni tiene la mayoría parlamentaria para hacerlo. Su carrera no está en la política, sino en el mundo de la empresa, al que quiere volver”, sentencia.

Modelo intervencionista

El portavoz de Ciudadanos (Cs), Ignacio Martín Blanco, insiste en que Cataluña es la comunidad que tiene más impuestos propios de España, “lo que la convierte en un territorio menos propio para emprendedores y autonómos, y para la recuperación económica. Respecto a la posibilidad de que ese escenario cambie, considera que JxCat “es imprevisible, porque no tiene una ideología definida”, a lo que se añade la presión de la CUP.

Califica de “infierno fiscal” la situación en Cataluña, ya que “las rentas bajas en Cataluña son las que más pagan en el tramo autonómico del IRPF --entre 20.000 y 30.000 euros--“. El portavoz de Cs defiende una revisión “para ir a un modelo más libre, menos intervencionista, pero el Govern tiene una visión más estatista”.

“Aunque esté relacionado con el mundo de los negocios, no tengo confianza en lo que Giró haga como consejero. No es el 'llanero solitario' y tanto ERC como CUP no van a aceptar una bajada de impuestos”, concluye.