Dos imágenes que aportan los denunciantes de acoso a constitucionalistas en Bellaterra / CG

Dos imágenes que aportan los denunciantes de acoso a constitucionalistas en Bellaterra / CG

Política

'Señalan' casas de constitucionalistas en Bellaterra

Denuncian actos de intimidación contra un coche y la vivienda de una familia activista contra la secesión en la localidad de Barcelona

10 junio, 2021 10:51

Señalamiento de constitucionalistas en Bellaterra. Una familia de activistas antisecesión de Cataluña se ha dirigido a este medio para alertar de que les han pintado el coche y les han señalado la casa. Aseguran que son víctimas de acoso por su ideología. 

Los hechos habrían ocurrido en dos días distintos. Primreo, en la propiedad privada y, pocos días después, ante la estación de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) de la localidad donde el vehículo estaba aparcado. "En mi casa pintaron ojo, como indicando que sabían dónde vivíamos", han explicado las víctimas. 

'Catalunya lliure' en un coche

En el caso del automóvil, individuos desconocidos pintaron Catalunya Lliure con espráy amarillo sobre el capó. Estaba aparcado ante el apeadero de los ferrocarriles regionales, algo habitual en este municipio que tiene conexión directa con la capital catalana pero cuyo perfil residencial propicia que muchos vecinos se acerquen con el coche privado hasta la estación. 

"Les dio igual que el coche estuviera aparcado en una plaza para minusválidos y con un indicativo de que su conductor presenta una discapacidad del 90%", ha asegurado la misma voz. El denunciante se queja también de la actitud de los agentes cívicos que actúan en la localidad, que no cuenta con guardia urbana propia al ser una Entidad Municipal Descentralizada (EDM) de Cerdanyola del Vallès. "Estaban más preocupados por el estacionamiento del coche que por la pintada", relatan. 

Señalamiento a domicilios, una constante

¿Es habitual el señalamiento a domicilios de personas por su ideología? La hemeroteca presenta un goteo de casos de este tipo de acoso, que tocó techo en los momentos de mayor tensión del procés. En 2018, Arran señaló la casa del juez Pablo Llarena en La Cerdaña, pero se equivocó de propiedad. Meses después, el grupo radical hizo lo propio con el domicilio del magistrado en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

Un año antes le había tocado a Josep Ramon Bosch, expresidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), y también en 2018, a Salvador Illa, entonces secretario de organización del PSC, después ministro de Sanidad y ahora jefe de la oposición en Cataluña. En 2019 fue un guardia civil el que denunció acoso de los CDR en su vivienda. La última ha sido la tertuliana independentista PIlar Rahola, a quien Arran ha atacado su casa de Cadaqués (Girona) este año.