ERC se siente "estafada" por JxCat y ya solo contempla un gobierno en solitario
Los republicanos apuestan por comenzar la legislatura en minoría, con la investidura de Pere Aragonès, aunque abren la puerta a incorporar a los neoconvergentes al Govern en el futuro
10 mayo, 2021 14:22Las negociaciones entre ERC y Junts per Catalunya (JxCat) para la formación de un gobierno de coalición independentista no solo siguen en punto muerto casi tres meses después de las elecciones, sino que están rotas. Al menos, en los términos que se planteaban hasta ahora. En estos momentos, los republicanos solo negociarán la investidura de Pere Aragonès para empezar a gobernar en solitario. Es más, se sienten estafados por los neoconvergentes.
En estos términos se ha expresado la portavoz de ERC, Marta Vilalta, quien ha afirmado que su partido se siente "estafado" por Junts, por lo que considera "imposible" gobernar en coalición con los herederos de Convergència. En la conferencia de prensa posterior a la reunión de la dirección republicana, ha añadido que la negociación está bloqueada, aunque abre la puerta a seguir negociando la incorporación al Govern de sus hasta ahora socios después de la investidura.
"Decepcionados y estafados"
Gobernar en solitario es para ERC "un paso firme", un movimiento que Vilalta ha desvinculado de cualquier "jugada táctica". Esta posición, según la portavoz, es un acto de "responsabilidad". Por ahora, los republicanos se sienten "profundamente decepcionados y estafados", ha reconocido. El límite para investir a un candidato es el 26 de mayo; de lo contrario, se repetirán las elecciones.
La principal discrepancia entre ambos partidos radica en el papel del Consell per la República, el órgano que controla Carles Puigdemont desde Waterloo y con el que pretende dar continuidad al procés. Según Aragonès, este espacio parainstitucional pretende "tuterlarlo" si es investido, aunque esta entidad lo niega en público y comunica que está dispuesta a "efectuar los cambios pertinentes" en su estructura para "garantizar el máximo nivel de inclusión y transversalidad" y dar amparo a "un diálogo entre fuerzas independentistas que conduzca a un consenso político estratégico unitario".
Lluís Llach, escandalizado
Poco después, uno de los miembros de la dirección del Consell per la República, Lluís Llach, ha comparecido ante los medios para repetir ese mensaje, "escandalizado" por las sensaciones de ERC. Es más, ha negado que este organismo esté "identificado" con Junts, y ha reconocido que repetir las elecciones sería un "desastre nacional".
En su nota, el Consell ha añadido: "Queremos reiterar que el Consell per la República no es ni será nunca el enemigo de ningún actor independentista, ni se erigirá en el escollo para evitar ningún pacto de gobierno, y siempre ha pretendido formar parte de la solución que resuelva la evidente falta de estrategia unitaria que dificulta hacerle frente a la represión y a la verdadera tutela sobre las instituciones autonómicas, que ejerce el Estado".
Los comuns entran en escena
Desde Junts, su secretario general, Jordi Sànchez, ha advertido en Catalunya Ràdio de que no darán "gratis" sus votos para facilitar un Govern de ERC y comuns, aunque con anterioridad había dejado caer que así sería. Entienden los neoconvergentes que ese gobierno de izquierdas se alejaría del objetivo de la independencia, por lo que descartan ahora facilitarlo.
Los comunes, por su parte, aspiran a gobernar con ERC (incluso aunque esté la CUP) con el apoyo del PSC (o de Junts, si no interfieren en la gobernabilidad), según el portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena. "Los contactos se han acelerado" este fin de semana con los republicanos, aunque no modificarán sus cuatro objetivos programáticos: "blindar y ampliar lo público", apostar por la llamada mesa de diálogo, "dar esperanza de futuro" a empresas, pymes y autónomos, así como trabajar para el horizonte ecologista mediante una transición "justa y verde".
Cs, preparado para repetir elecciones
Desde Ciudadanos, por su parte, su presidente, Carlos Carrizosa, ha dicho que le parecería "indignante" una repetición electoral, aunque estarían "absolutamente preparados" y sería otra "oportunidad" para el constitucionalismo.