El anuncio de Pere Aragonès de intentar formar un gobierno de ERC en solitario en Cataluña, dadas las reticencias de JxCat a repetir una coalición e investirle presidente de la Generalitat, ha hecho perder los nervios a determinados sectores de la formación posconvergente. En concreto, a aquellos más cercanos a Carles Puigdemont.
Así lo ha evidenciado este sábado el jefe de oficina del expresidente fugado, Josep Lluís Alay, llegando a sugerir incluso una "revuelta" en las calles si no se atienden sus postulados ultranacionalistas.
"Revuelta"
"Golpe de calle, como todas las independencias en revuelta. El resto es marear la perdiz. Yo no tengo todo el tiempo del mundo", ha manifestado en su perfil de Twitter este alto cargo de la Generalitat, gracias al cual percibe un sueldo público cienmileurista de 105.676 euros anuales, al margen de sus ingresos como profesor de la UB.
El incendiario mensaje de Alay --investigado en la operación Voloh por posible malversación en la presunta trama de desvío de fondos públicos para el procés-- venía a respaldar las quejas de otra figura popular en el entorno posconvergente: el cantautor y exdiputado de Junts pel Sí Lluís Llach. Este fiel admirador de Puigdemont se ha prodigado a lo largo del sábado en sus comentarios contra la, a su juicio, tibieza secesionista mostrada por dirigentes como los republicanos Aragonès y Oriol Junqueras e incluso el exdiputado de la CUP David Fernàndez, que en las últimas horas se han mostrado reacios a imponer la secesión unilateral de Cataluña. Y contra los cuales también ha arremetido algún otro mandatario posconvergente, como el conseller de Políticas Digitales Jordi Puigneró, que ha afeado a Fernàndez sus comentarios en Catalunya Ràdio en este sentido.
Costa habla de "traición"
Entre quienes también han expresado su enfado con Fernàndez por admitir que el supuesto 52% de votos a partidos independentistas en las pasadas elecciones autonómicas del 14F no bastan para imponer la unilateralidad figura Josep Costa, al no compartir en absoluto su planteamiento.
El exvicepresidente del Parlament con JxCat ha coincidido con Alay en presionar a ERC destacando en sus redes sociales la necesidad de mantener "movilizado" al secesionismo para alcanzar su objetivo.
Según la teoría de Costa, "en dos años habrá un gobierno de PP y Vox en España" y se convocará, según él, "el nuevo referéndum de Escocia". Lo cual le lleva a concluir, en una clara indirecta a los republicanos, que "aparcar la independencia y seguir desmovilizando al país durante este período siempre ha sido una mala idea. Hacerlo en estas circunstancias, sería una traición".