La cónsul china en Barcelona plantó a la Generalitat de Cataluña en su despedida de la Ciudad Condal. Lin Nan esquivó al Govern, al menos públicamente, pero no a Teresa Cunillera, delegada del Gobierno en Cataluña, y Ada Colau, alcaldesa de la ciudad, a quien sí dijo adiós por videoconferencia. Y lo difundió.
"Cumpliendo una misión de cuatro años, la señora Lin Nan, cónsul general de China en Barcelona se despidió de los amigos y amigas de Cataluña. Le deseamos a Lin mucha salud, mucha suerte y mucha felicidad y a Cataluña un futuro brillante", consignó el Twitter oficial de la legación diplomática. El perfil citó a Cunillera, Colau y Laia Bonet, tercera teniente de alcalde de Barcelona y responsable de relaciones internacionales del ayuntamiento.
¿Y el Govern?
Si Nan dijo adiós a la Generalitat de Cataluña tras sus cuatro años (2017-2021) de cónsul de China en Barcelona, no lo expresó públicamente.
Tampoco dijo nada, ni siquiera un reconocimiento oficial, el Departamento catalán de Acción Exterior, que pilota Bernat Solé (ERC). Ni su perfil oficial de Twitter ni el de su Consejería dieron cuenta de la marcha de la representante oficial de una de las mayores potencias del mundo.
Reunión con Cunillera
Un día antes, tanto la Delegación del Gobierno en Cataluña como el Consulado General de China en Barcelona dieron a conocer una reunión bilateral por videoconferencia que habían mantenido la delegada, Teresa Cunillera, con la propia Lin Nan.
El cuartel general diplomático enmarcó el encuentro en la "cooperación pragmática" entre China y España, una colaboración que "seguirán promoviendo".
La mujer de Torra, con Hong Kong
La frialdad absoluta, al menos pública, entre la Generalitat de Cataluña y la cónsul china en Barcelona llega tras un año en el que las relaciones con la potencia asiática fueron cruciales por el estallido de la pandemia del coronavirus. El gigante pasó de ser el epicentro global de la enfermedad a mercado de abastecimiento de material contra el virus, y el Gobierno catalán pagó en ocasiones su inexperiencia a la hora de desempeñarse en esta plaza.
Previo a ello, el Govern protagonizó un desaire diplomático con China al acudir Carola Miró, mujer del expresidente catalán Quim Torra, a un escrache de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ante el consulado chino en 2019, como avanzó este medio. La protesta quería arropar a los manifestantes de Hong Kong, con quien la ANC conectó en directo, ante el enfado oficial de la delegación.