Pifia de la Generalitat: compra 700 respiradores contra el rebrote y no sabe usarlos

Han alertado de la metedura de pata fuentes del sector sanitario. Estas voces han apuntado a un contrato de emergencia adjudicado por el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) a Ibérica de Mantenimiento por 109.000 euros. La contrata pública, que lleva como aséptico epígrafe Contratación de servicios para la puesta en marcha de equipos de respiración de origen chino y para atenciones correctivas y preventivas a los centros destinararios de los equipos [consultar aquí], esconde una pifia. El CatSalut ha tenido que contratar a una empresa externa para ponerlos en marcha porque "se precisa revisar los equipos y ponerlos en operación, pues no vienen con el menú en catalán o castellano".

"Pifia de becario"

Este medio ha tratado de recabar la versión del Departamento catalán de Salud sobre la compra masiva. La Consejería no ha contestado a los diversos requerimientos informativos de este medio. Sí lo han hecho fuentes del sector sanitario, que han criticado duramente el "error de becario, de primero de carrera a lo sumo" que han cometido los gestores de la sanidad catalana.

La justificación de contratación de una empresa externa porque CatSalut no sabe utilizar los respiradores comprados en China / CG

¿Por qué? "Porque nadie compra un producto sanitario complejo sin el marcado CE. O no deberían hacerlo. Y menos una administración pública que utiliza dinero del contribuyente. Y dicho marcado, que certifica que el producto cumple con las directivas europeas que le son de aplicación, establece requisitos muy explícitos en el idioma: los manuales de instrucciones estarán en la lengua oficial del estado en el que se comercializan", han explicado. 

"Otras autonomías lo hacen mejor"

¿Ha sido engañada de nuevo la Generalitat? "Deben ser ellos los que respondan. Pero lo que parece es que las centrales de compras del Departamento de Salud han cometido un error de bulto al aceptar productos que no cumplen con la normativa comunitaria. Y ahora tienen que gastar más dinero público para adaptarlos a los hospitales de aquí", explican.

Imagen de diversos respiradores hospitalarios preparados para su uso / CG

"Con este error --abundan las mismas fuentes--, el Govern sitúa a Cataluña entre las comunidades que peor gestionan sus compras sanitarias. Ha querido emular a la Comunidad Valenciana y han cometido un error de novato". Cabe recordar que la Generalitat Valenciana comenzó a adquirir un stock de respiradores contra el rebrote del Covid-19 en julio. Los compró a las empresas patrias Temel y Power Electronics. La compra en bloque ya está entregada e instalada en los hospitales.

El Govern los compra en China

El Gobierno catalán ha optado por otra vía. En lugar de confiar en los proveedores nacionales, acudió a Aeonmed, uno de los fabricantes líderes en China. El Ejecutivo catalán compró 612 ventiladores con un precio base de licitación de 108.900 euros a la firma con sede en Pekín. Adquirió otras 65 máquinas a Superstar Medical Equipment, otra compañía con sede en Nanquín, al sur de la potencia asiática.

Montaje de respiradores en un almacén chino / Bloomberg

Cabe recordar que el precio medio de un dispositivo de oxígeno hospitalario oscila entre los 3.000 y los 18.000 euros. En el caso de Aeonmed, esta compañía es mucho más cara que sus rivales. Sus respiradores certificados --en teoría-- para la Unión Europea se vendenpor unos 15.000 euros la unidad. Son las mismas máquinas que la Generalitat de Cataluña ha comprado y no sabe utilizar.

Timo con las mascarillas

El desliz en la política autonómica de compras de aparataje sanitario contra la pandemia no es nuevo. Ya ocurrió con los fungibles. Y, también, con China como proveedor. La Generalitat denunció en marzo un intento de estafa con la compra de mascarillas y equipos de protección individual (EPI) por valor de 35 millones de euros, avanzó El País.

Salud comandó la compra de emergencia a Basic Devices, un intermediario sin estructura para un encargo tan grande. Fue la banca quien dio el aldabonazo de alerta y congeló los fondos que el Ejecutivo catalán había pedido. El Gobierno catalán denunció un intento de estafa ante los Mossos d'Esquadra, aunque después retiró la denuncia.