Junts per Catalunya (JxCat) se resiste a admitir que, en el próximo Govern, será ERC quien ostente la presidencia de la Generalitat y que, por tanto, es el partido que mueve ficha. De ahí que las negociaciones, a día de hoy, sigan bloqueadas en lo que respecta a la composición de ese nuevo Consell Executiu. Y si en una primera etapa de contactos el escollo estaba en la propuesta de Laura Borràs como presidenta del Parlament, ahora es el control de las finanzas de la Generalitat el que complica las conversaciones, según explican fuentes conocedoras de esos contactos.

Dicho de otra manera, los neoconvergentes quieren gestionar los fondos europeos destinados a la reconstrucción postCovid. Igualmente controvertidos son, para los republicanos, los nombres que JxCat ha puesto sobre la mesa para asumir unas responsabilidades económicas que, por otro lado, Pere Aragonès, no quiere perder. Ahí el asunto de complica todavía más, por la pugna entre el núcleo duro de Carles Puigdemont y la guardia pretoriana de Borràs.

 

 

Las negociaciones para formar Govern, a día de hoy, siguen bloqueadas para elegir el nuevo 'Consell Executiu' / CG

¿Simple intercambio de sillas?

Cuando arrancaron las negociaciones, JxCat confiaba en que el pacto con ERC supusiera un simple cambio de sillas. Es decir, que todas las consejerías que hasta ahora tenía Esquerra pasaría a manos de JxCat y viceversa. Eso implicaba que la vicepresidencia económica se quedara en manos de los neoconvergentes, por lo que la consejería de Empresa, que durante los últimos meses ha estado dirigida por Ramon Tremosa, y a la que compete el control de los fondos europeos, estaría controlada por los republicanos. Pero ERC no quiere renunciar al control de los presupuestos de la Generalitat y de la Agencia Tributaria Catalana. De ahí que Aragonès, tal como publicó Crónica Global, quiera aplicar una fórmula bicéfala.

Pero es que, además, los nombres propuestos por JxCat no convencen a ERC. El veto a Joan Canadell, expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y número 3 de la lista de JxCat, no solo se mantiene, sino que se ha intensificado después de que el empresario asegurara que no formará parte de un gobierno que aplique los programas económicos que Aragonès propuso en su conferencia del 4 de marzo. Un programa que, según el acuerdo alcanzado entre ERC y CUP el pasado domingo, cuenta con las complicidades de los antisistema.

Elsa Artadi, vicepresidenta

De hecho, el nombre de Canadell nunca estuvo sobre la mesa. Sí lo está el de Tremosa, que no agrada a los republicanos, así como Elsa Artadi, que en cambio es vista con buenos ojos por Aragonès. Artadi, que se formó políticamente al lado del exconsejero de Economía Andreu Mas-Colell, cuenta con muchas posibilidades de ser vicepresidenta económica. Otra cosa es si las competencias financieras son compartidas en una especie de fórmula cremallera.

 

 

Elsa Artadi durante la rueda de prensa / EP

Respecto al resto de las consejerías, tampoco está todo cerrado. La consejería de Presidencia estaría en manos de Laura Vilagrà, número dos de la lista de los republicanos, que también asumirían Interior, Territorio y Políticas Digitales. Quedarse con el mando de la seguridad pública y de los Mossos d’Esquadra es una de las formas con las que ERC quiere demostrar que es un partido de gobierno. Y también la vía para cumplir los compromisos con la CUP en lo que respecta a un cambio en las actuaciones policiales en el orden público, entre las que destaca la suspensión del uso de los proyectiles de foam.

El Consejo para la República

Educación seguiría con ERC al frente, pues parece que JxCat renuncia a ese negociado. Los neoconvergentes sí que controlarían Justicia y Acción Exterior, en este caso a través del controvertido Josep Costa, exvicepresidente de la Mesa del Parlament, hombre de confianza de Borràs y que, en la anterior legislatura, protagonizó duros enfrentamientos con el presidente de la Cámara, Roger Torrent. Sin embargo, Costa ha comunicado al Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet y a la Universitat Pompeu Fabra que se reincorpora a sus trabajos anteriores a aquel cargo, lo que ha sido interpretado como un plante a la deriva de los acuerdos.

¿Pero quién ha cogido el timón en las negociaciones por parte de JxCat? Fuentes soberanistas aseguran que Puigdemont “está desaparecido”, lo que ha contribuido a que el pinyol de Borràs --Costa, Quim Torra, Francesc de Dalmases…-- se hayan crecido. Otros interlocutores aseguran que quien manda realmente ahora es Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), secretario general del partido y que hoy pronunciará una conferencia para marcar perfil ante ERC. Es decir, para meter presión a los republicanos

El futuro del denominado Consejo para la República, entidad privada creada a mayor gloria de Puigdemont, así como la estrategia conjunta que JxCat pretende imponer en Madrid, también entorpecen las negociaciones. Hasta el punto de que, para los neoconvergentes, no hay prisa para cerrar un acuerdo.