Bernat Barrachina es uno de los guionistas de La hora de La 1 de TVE. O lo era. Ha sido despedido por el polémico rótulo en el programa en el que equiparaba la decisión de la Casa Real de que la princesa Leonor curse sus estudios de bachillerato en un internado en Gales con la marcha del rey Emérito a Emiratos Árabes tras iniciarse la instrucción de presuntos casos de corrupción que le afectan.
Llevaba pocos meses en la cadena pública, desde septiembre, y aterrizó por recomendación de la dirección de informativos, encabezada por Enric Hernández, tal y como ha avanzado El cierre digital.
Del PSC de Badalona a TVE
Antes de este cometido, había ejercido de director de comunicación del exalcalde de Badalona, el socialista Àlex Pastor. Asumió este cargo en el verano de 2018 tras triunfar la moción de censura a la alcaldesa de la CUP y actual candidata a la presidencia de la Generalitat de la formación antisistema, Dolors Sabater.
Con todo, el socialista se convirtió en abril del pasado ejercicio en el alcalde del PSC más polémico al ser detenido por saltarse el confinamiento y con signos de embriaguez. Además, se demostró que se había resistido a los mossos. Dimitió y el popular Xavier García Albiol recuperó la alcaldía de la ciudad metropolitana. Barrachina dejó entonces la corporación municipal y encontró acomodo en TVE.
Antonio Montilla, segundo despedido
Fue él quién lanzó el mensaje que ha generado un incendio político. No ha sido el único que ha sido despedido a raíz de la “grave irresponsabilidad que no puede empañar el compromiso inquebrantable de RTVE con la defensa de los valores constitucionales y de las instituciones del Estado y sobre todas ellas, la Corona” por el que ha pedido perdón en público a través de un comunicado la administradora provisional única, Rosa María Mateo.
También ha salido de la cadena otro guionista, Antonio Montilla. Igual que Barrachina, se incorporó a TVE gracias al dedazo de Hernández a través de la productora Tesseo Producciones. UGT ha denunciado, además, que el trato de este ejecutivo con el personal de la casa era muy mejorable. Le acusa de “malas formas” y de “abuso de la autoridad” con los trabajadores fijos. Además, ha censurado la fórmula elegida por la dirección de informativos para imponer dos nombres en el programa.
Al final, su paso no ha sido precisamente un éxito. El mensaje lanzado contra la Casa Real ha puesto de nuevo en un brete a RTVE por su parcialidad, cuestión que choca con su función como medios públicos.