El Ayuntamiento de Barcelona "rechaza" el 25% de clases en castellano en las escuelas
El PSC y los comuns votan junto a los independentistas a favor de la educación monolingüe en catalán y en contra de cumplir la sentencia del TSJC
23 diciembre, 2020 17:00El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado este miércoles lo que considera como "imposición del 25% de clases en castellano" que ordenó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en su sentencia del pasado 17 de diciembre.
El citado fallo, que estima parcialmente un recurso que en 2015 presentó el Gobierno de Mariano Rajoy, ordena a la Generalitat garantizar que todos los alumnos reciban un mínimo de 25% de clases en castellano como lengua vehicular, tras constatar que su uso es "residual" en la educación catalana y solo cumplen la ley un 2% de las escuelas.
PSC y comuns votan con ERC y JxCat
La declaración de esta mañana del Ayuntamiento de Barcelona en contra de la sentencia ha sido aprobada con los votos de comunes, ERC, PSC y JxCat, y con el rechazo de Cs, Barcelona pel Canvi y PP.
El texto también censura "cualquier medida que imponga impedimentos normativos, administrativos, técnicos o sociales a los ciudadanos de las comunidades autónomas donde el catalán es oficial a poder vivir con normalidad y garantías esta unidad lingüística".
Los independentistas hablan de "supremacismo"
El concejal de JxCat Ferran Mascarell, que ha presentado y defendido la propuesta, ha criticado el "supremacismo cultural y lingüístico" de los poderes del Estado y ha deplorado que haya "jueces que se conviertan en censores", y que el TSJC actúe como "sociolingüista".
Por parte de ERC, Gemma Sendra ha cargado contra este "nuevo intento de azuzar un conflicto lingüístico inexistente", según ella, y ha afirmado que "decir que el castellano está en peligro en Cataluña es simplemente falso".
Indignación del resto de grupos
No es de la misma opinión Luz Guilarte (Cs), que ha vuelto a criticar la "aberración" que a su juicio es la inmersión lingüística monolingüe en catalán, que "crea ciudadanos de primera y de segunda".
Óscar Ramírez, del PP, ha defendido que se trata de un asunto de "libertad" y ha señalado a quienes han votado a favor de la declaración por "no acatar las resoluciones judiciales".
Los comuns, a favor de la inmersión monolingüe
Manuel Valls, de Barcelona pel Canvi, también ha lamentado que el consistorio "pida saltarse una sentencia", al tiempo que ha criticado que el proyecto político nacionalista "haga de Cataluña una simple provincia".
El teniente de alcaldía de Educación, Joan Subirats, que es de los comunes y ha hablado en nombre del gobierno municipal, ha dicho que la inmersión lingüística es "un elemento central de cohesión y riqueza" en Cataluña --a pesar de ser monolingüe en catalán y obligatoria-- y ha afirmado que los ciudadanos solo han presentado 20 quejas al Síndic y el Defensor del Pueblo por este asunto en la última década. Sin embargo, una reciente encuesta de Societat Civil Catalana denuestra que sólo la apoya un 9% de la ciudadanía, que preferiría que la educación en Cataluña fuera como su realidad social: en dos o más lenguas.