"Una vergüenza". Así ve Eva Parera, concejal de Barcelona pel Canvi y secretaria general del partido, la política de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona que lidera Ada Colau. La electa, que comparte grupo municipal con el ex primer ministro francés Manuel Valls, detecta un cisma en el gobierno local por este asunto. "Lo que defiende BComú en urbanismo choca con lo que defiende el PSC en movilidad", advierte.
En una entrevista con Crónica Global, Parera admitió ayer miércoles sentirse "cabreada" por el llamado urbanismo táctico del ayuntamiento, la guerra al coche privado. "Me parece una vergüenza la política de movilidad de este ayuntamiento. Comienza con un ataque al sector automovilístico, seguido por otro ataque claro a Nissan, un nuevo ataque a las motos y, al final, un ataque general al vehículo privado", enumeró la concejal. Lamenta que el bipartito sociocomún le diga al ciudadano: "usted no tiene derecho a moverse en un vehículo privado por la ciudad porque a mí no me gusta" y lanza un aviso: Barcelona no es la capital holandesa. "Quiero que esto sea Ámsterdam y que todo el mundo vaya en bicicleta. Pues lo siento mucho, pero esto no lo es, empezando por el tamaño del municipio, y acabando por las cuestas empinadas que tenemos. Tenemos muchas ciudades dormitorio donde las familias trabajan y llevan a sus hijos a Barcelona", recuerda.
Eva Parera asegura que le parece "una vergüenza la política de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona" / CG
"No es realista que todo el mundo vaya en bici"
A la situación geográfica de la capital catalana se suma "una red metropolitana de transporte público absolutamente deficitaria". Ello provoca, en opinión de Parera, "un cóctel explosivo", pues "no es realista pretender que todo el mundo se mueva en bicicleta". "Yo comparto el objetivo que persiguen: reducir la contaminación y el tráfico. ¿Dónde firmo? Yo estoy encantada. ¿Pero cómo vamos a hacer esto?", añade. BComú y PSC lo han resuelto mal, en su opinión. "Volvemos a lo de siempre: ideología, prisas y cero negociación. No ya con los grupos de la oposición, sino con los sectores afectados. El resultado es una mala política de movilidad que, además, se hace con nocturnidad y alevosía", enfatiza en conversación con este medio.
"Aprovecho el estado de alarma con la ciudadanía encerrada en casa --continuó la edil de la oposición-- y elimino las zonas de aparcamiento de motos. Pongo pilonas. Empiezo a pintar la ciudad, a hacer supermanzanas, a poner carriles bici. Estamos en una reunión del pacto por la movilidad todos los grupos de la oposición en el que nos explican el proyecto de crear un carril bici en la calle Aragó, con vistas a enero y al día siguiente ya estaban las máquinas construyendo ese carril. Literal".
La unilateralidad de la guerra al coche subleva a la representante de Barcelona pel Canvi, que la ve "una vergüenza". "Tenemos una vía rápida [la calle Aragó] para cruzar la ciudad que, de repente, se vuelve absolutamente congestionada. Eliminas la circulación que pasaba por ahí, la trasladas a otras más pequeñas, contaminando calles que en ese momento no tenían una circulación masificada. Calles a las que, además, le has quitado un carril para ampliar las aceras en un urbanismo táctico que debía desaparecer después del estado de alarma, pero ahí sigue".
BComú y PSC "chocan" en movilidad
No solo hilvana Parera una crítica a la totalidad de la política de movilidad contra el vehículo privado del Ayuntamiento de Barcelona, sino que detecta un cisma en el seno del propio Ejecutivo local. "Esto genera mucha polémica. Porque lo que defiende el PSC en movilidad choca con lo que defienden los comunes en urbanismo. Esto es un problema de gestión interna terrible. Se contradicen, se desmienten, no hay información creíble y real; de lo que dice uno, no se ha enterado el otro", analiza Parera.
Bajo su punto de vista, la división en la comisión de gobierno de Barcelona "genera crispación" y resta oportunidades para avanzar hacia nuevas formas de movilidad urbana. "Al final no trabajamos en el vehículo compartido, ni en un transporte público mejor y más ecológico, ni en aparcamientos en las entradas en la ciudad, los llamados park&ride. No. Zonas de bajas emisiones, vamos a multar y sacamos las motos de las aceras. ¿Dónde dejo la moto?, ¿me la llevo a mi casa? Se quitan plazas de párking de moto porque encima hay que poner terrazas. Dejo la moto y voy en patinete, pero tampoco hay regulación del patinete. Es un despropósito absoluto", concluye como apostilla de su valoración sobre la gestión del gabinete de Colau en esta materia.