JxCat se toma las próximas elecciones autonómicas como la enésima reválida del referéndum ilegal de secesión del 1 de octubre de 2017. En plena crisis sanitaria, social y económica por la pandemia mundial de coronavirus, la formación posconvergente continúa tomándose los comicios en clave nacionalista e insiste de nuevo en que, si el independentismo supera el 50% de votos el 14 de febrero "se revalidará el 1-O", con una legislatura por delante para acordar cómo pueden avanzar hacia la independencia.
Así lo ha asegurado en rueda de prensa el presidente de JxCat en el Parlament, Albert Batet, quien ha considerado que el "mandato" del 1-O sigue vigente porque "no ha habido ningún acuerdo que haya invalidado su resultado" (sic). Y ha advertido de que, si dan valor a superar el umbral del 50% de votos, es porque consideran que debe conllevar consecuencias políticas.
"Reconocimiento internacional de Cataluña"
Por ello, ha emplazado a todas las fuerzas independentistas a acordar dichas consecuencias, dejando claro que una de ellas debe ser "luchar por el reconocimiento internacional como Estado de Cataluña", donde las formaciones partidarias de la secesión nunca han alcanzado siquiera un 48% de los votos.
Batet, asimismo, ha menospreciado al Gobierno español apuntando que su diálogo por ahora "ha sido de besugos y no ha querido solucionar" lo que ha denominado como "conflicto catalán".
Sobre si lograr ese 50 % de votos legitimaría al Parlament para otra declaración unilateral de secesión o un nuevo referéndum ilegal y anticonstitucional, el mandatario posconvergente ha respondido que el referéndum del 1-O "sigue vigente". Aunque, eso sí, se ha cuidado mucho de concretar en qué se plasmaría eso.
Posible inhabilitación de Borràs
Batet, por otra parte, ha culpado al Estado de la posibilidad de que la nueva candidata de JxCat a las elecciones, Laura Borràs, sea inhabilitada por la presunta adjudicación irregular de 18 contratos públicos a un amigo por valor de 259.863 euros cuando presidía la Institució de les Lletres Catalanes. "Ya sabemos que el Estado no respeta el resultado de las elecciones: no respetó el 21D permitiendo la investidura de Puigdemont, ni la de Jordi Sànchez, poniendo en la cárcel a Jordi Turull en mitad de un debate de investidura o inhabilitando a Torra por una pancarta en que pedía libertad", ha opinado.