Los restauradores catalanes tienen los ojos puestos en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Esperan que los magistrados tumben el cerrojazo al sector anunciado este miércoles por sorpresa por parte del presidente en funciones, Pere Aragonès. Con todo, su confinaza puede ser limitada. Fuentes cercanas al Ejecutivo catalán explican que antes de anunciar un cerrojazo de bares y restaurantes en la región a partir de mañana viernes, la Generalitat de Cataluña sondeó a la instancia judicial para evitar una batalla como la que se ha librado en la Comunidad de Madrid con las restricciones a la movilidad.
El paso del Govern tendría como objetivo blindar judicialmente la resolución que emitirá el Procicat, organismo de coordinación de las emergencias en Cataluña, mañana jueves. Orden que incluirá la clausura colosal de 30.000 empresas: los bares, restaurantes, cafés y bufets de las cuatro provincias.
El TSJC ya advirtió al Govern
La consulta previa que hizo la Generalitat a la justicia antes de filtrar la información y reunirse con las organizaciones empresariales, que ayer cargaron contra el Ejecutivo autonómico, no garantiza que el cerrojazo pase el corte de los tribunales. De hecho, fuentes jurídicas han indicado que es precisamente lo contrario. Afirman que el Govern acudió al TSJC porque duda del encaje legal del cierre decretado.
Cabe recordar que en Cataluña rigieron durante días las medidas cautelares aprobadas el 31 de julio relativas al cierre a medianoche (0:00 horas) de bares y restaurantes. La patronal Fecasarm la llevó a la justicia, y ésta escuchó sus argumentos. Anuló el cese de actividad a medianoche, concluyó que el Govern se había extralimitado y le avisó de que tiene otros mecanismos legales que no son el cierre obligatorio. El Goven respondió con otra orden en agosto que imponía el cierre a las 01:00 horas. Aún rige.
Recursos de las patronales
La cuestión es si la resolución judicial del 24 de julio, que avisaba a la Generalitat de que no podía obligar a bares y restaurantes a cerrar a las 0:00 horas al ser ello una restricción de la movilidad encubierta, sienta precedente. La respuesta está en la Sección segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC. Fueron aquellos magistrados quienes modularon el primer cierre de la restauración y los que deben determinar si su resolución está vigente.
El cerrojazo de la restauración, pues, entrará mañana en terreno judicial. Pero no por mucho tiempo. Cuando el Govern publique la orden del Procicat, las patronales Fecasarm y Gremi de Restauració de Barcelona la recurrirán y pedirán medidas cautelarísimas. Tendrán poco tiempo para hacerlo, apenas unas horas, antes de que venza el plazo. Si no lo logran, el cierre será efectivo a la espera de que el TSJC resuelva sobre las medidas cautelares, decisión que se demorará unos días más. El tiempo juega en contra de los negocios.