El PP pondrá a prueba la solidez de la argamasa que une el gobierno municipal de Barcelona en Comú y PSC en la Ciudad Condal. Los populares llevarán a la comisión de Urbanismo una iniciativa para retirar parte de las medidas anticoche que ha ido desplegando el ayuntamiento. ¿Las primeras? Los polémicos bloques de cemento --investigados por fiscalía--, los baches de control de velocidad y los bolardos. El partido pide también poner en barbecho el proyecto de carril bici en la calle Aragó.
Lo ha anunciado la formación, avanzando que llevará una petición a la sesión del próximo 20 de octubre para revisar el llamado urbanismo táctico, eufemismo para las medidas anticoche desplegadas por el gabinete de Ada Colau. "Es necesario retirar algunos elementos como los bancos de hormigón, bolardos de cemento y cojines berlineses, todos estos elementos suponen un peligro para motoristas, ciclistas, peatones y hasta automóviles", ha señalado el portavoz municipal de los populares, Óscar Ramírez.
Urbanismo "ideológico"
El concejal ha exigido también que se paralice la tramitación del proyecto del carril bici en la calle Aragó. "Es un despropósito imponer carriles bici en todos lados y más en vías principales que funcionan para el tráfico rodado y ayudan a no colapsar el Eixample, cuando calles colindantes como València, Consell de Cent o Diputació ya cuentan con carriles bici", ha argumentado Ramírez.
Según el edil, “el urbanismo táctico de Colau solo responde a una cuestión ideológica: imponer un modelo de ciudad que ni su socio de gobierno, el PSC, comparte”. De hecho, el PP ha dado a conocer su propuesta horas después de que la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón (PSC), se abriera a "revisar" algunos elementos del urbanismo anticoche desplegados por el área de la teniente de alcalde Janet Sanz (BComú).
"¿Está el PSC dispuesto a revertirlo?"
En relación a ello, Óscar Ramírez ha recordado que Alarcón admitió que estas medidas "son provisionales y deben estudiar si es necesario mantenerlas o modificarlas, ya que los cambios producidos en la movilidad crean incertidumbres a los barceloneses". El electo ha enfatizado también que la concejal "cuestionaba el uso excesivo de las calles pintadas de colores”.
Es por ello que el PP ve mimbres para revertir las medidas contrarias al uso del vehículo privado que ha aprobado el consistorio. Lo reclaman los populares pidiendo al primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, que "no se quede mudo y sea sincero para dar su opinión sobre la Barcelona tablero de Parchís que imponen sus socios de gobierno de BComú. El PSC debería explicar si estaría dispuesto a revertir algunos de los elementos conflictivos de este urbanismo táctico".