Quim Torra insiste en hacer llamamientos al independentismo para que pase "a la ofensiva" al tiempo que justifica haber acatado su inhabilitación por desobediencia escudándose en la pandemia de coronavirus. El ya expresidente de la Generalitat insta a los secesionistas a "superar el 50% de los votos para desbordar el régimen del 78" en las próximas elecciones autonómicas, inicialmente previstas para el 14 de febrero.
"Así no podemos continuar. La autonomía marca unos límites y unas costuras que hay que desbordar, que hay que desgarrar", ha asegurado el ya expresidente autonómico mejor pagado de España en una entrevista a TV3.
"No es posible el diálogo con el Estado"
“La represión constante nos hace poner a la defensiva", ha sostenido, apuntando que su cese constata que "no es posible el diálogo de tú a tú con el Estado español”, justificando así su decisión de desobedecer la orden de colgar pancartas partidistas en edificios de la Generalitat en plena campaña electoral, acción por la que la justicia ha sentenciado ahora su destitución.
“El único modo de negociar con el Estado español es cuando tenga algo que perder”, ha añadido el mandatario posconvergente en su encendida soflama, sosteniendo que "la única vez que lo hizo" fue cuando Francesc Macià proclamó la república catalana el 14 de abril de 1931.
Tras ello, Torra ha justificado el acatamiento de su inhabilitación, y su decisión de no desobedecerla cuando le han preguntado al respecto, con el siguiente argumento: "¿Usted cree que en esta situación de pandemia, con cómo está el país, yo podía haber hecho diferente a lo que he hecho?.
Soledad y rechazo al PSC
Durante su intervención, Torra ha insistido en reclamar la unidad de los tres partidos independentistas --JxCat, ERC y la CUP--, aún reconociendo su decepción y su soledad por la falta de sintonía entre ellos, en especial en el Parlament. Como, por ejemplo, a la hora de tener que convocar elecciones --algo que no deseaba-- o de retirarle el escaño como diputado, algo que reconoce que le dolió y le "supo muy mal". Aunque cree que sí le "hicieron caso" en otras cuestiones, como cuando les propuso no apoyar los Presupuestos del Gobierno español --hecho que desembocó en la convocatoria de elecciones generales en 2019-- y "a veces" en el rechazo a la investidura de Pedro Sánchez como presidente.
El exmandatario de posconvergente ha expresado su animadversión hacia los socialistas y su rotundo rechazo a entablar cualquier tipo de negociación con el PSC, algo que le ha supuesto no pocos disgustos: "Me supieron mal los pactos de los independentistas con el PSC, como JxCat en la Diputación o ERC con algunas alcaldías, e incluso la CUP, no lo puedo entender", ha lamentado.
Destituciones de Buch, Chacón y Vilallonga
Torra, asimismo, ha negado que su reciente remodelación del Govern antes de abandonar el cargo tenga algo que ver con "una purga" interna contra el PDECat. Sobre el cese del exconseller de Interior, Miquel Buch, ha admitido que "en algunas cosas pensábamos diferente", y que lo destituyó para realizar cambios: entre ellos, algunos que ha atribuido a la pandemia por depender el servicio de Protección Civil (Procicat) de este departamento.
Sobre la exconsejera de Empresa, Àngels Chacón, ha negado que su destitución obedeciera a su falta de alineamiento con JxCat, sino al deseo de darle otra orientación a su área poniendo al frente a Ramon Tremosa, de quien ha comentado que "conoce bien las instituciones europeas y es interesante incorporarlo en la lucha por los fondos europeos".
Respecto a la exconsejera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, Torra ha considerado que "era importante" poner al frente de su departamento a "una persona que conociera muy bien la casa"; su cargo recayó en Àngels Ponsa.
Críticas al Gobierno y a "Madrid" por el coronavirus
Torra, asimismo, ha negado que se planteara cesar a la responsable de la Consejería de Salud, Alba Vergès, por su gestión durante la pandemia, puesto que ya se realizaron otros cambios estructurales, como por ejemplo la incorporación del doctor Josep Maria Argimon como secretario de Salud Pública, entre otras medidas.
En este sentido, el expresidente de la Generalitat no ha perdido la ocasión de criticar al Gobierno español por su gestión de la pandemia. Así, ha vuelto a recriminar que el presidente Pedro Sánchez desestimara, según él, el "confinamiento total" que le pidió hace medio año --aunque el día 13 de marzo se decretó un estado de alarma que duró 99 días--. Y le ha acusado de estar "atrapado en intereses".
También ha calificado de "catastrófica" la actual situación sanitaria en Madrid, considerando que la región "se tenía que haber cerrado hace dos semanas", y a la que en cierto modo también ha relacionado con la primera ola de la pandemia al sostener que "todo lo que pasaba en Madrid entonces, nos pasaba a nosotros al cabo de 10 días".
Admiración por "la obra" de Pujol
Torra, por otra parte, ha desvelado que el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol le llamó dos veces mientras estuvo enfermo de coronavirus, y ha expresado su "gran respeto por los ocho primeros años" de su mandato.
Así, ha destacado la importancia de Pujol a la hora de crear "estructuras de Estado" y su "obra de gobierno", aunque lamenta que su trayectoria personal se haya visto empañada por la corrupción y el fraude fiscal confeso, y considera que éste debería "hacer un acto de contricción".