Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y un recibo del agua / FOTOMONTAJE CG

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y un recibo del agua / FOTOMONTAJE CG

Política

Colau descafeína su ‘decretazo’ contra Aigües de Barcelona

El Área Metropolitana se limita a reclamar que se “regularice la disfunción” que se generó durante el Estado de Alarma en las próximas facturas

3 septiembre, 2020 19:41

El nuevo pulso de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, contra Aigües de Barcelona se ha quedado en un gran anuncio que buscaba reactivar la guerra del agua municipal y una medida ejecutiva descafeinada. El Gobierno metropolitano se ha limitado finalmente a reclamar a la empresa suministradora que “proceda a regularizar la disfunción” que ha disparado la factura del agua giarada este verano en un decreto de dos páginas publicado este jueves por la tarde.

 

 

Obliga a “recalcular las facturas emitidas con un consumo estimado” y al reparto “lineal” de la “diferencia de consumo durante todo el período global”. La “diferencia resultante” de ambos cálculos se debe regularizar “en la próxima factura”, indica el documento aprobado.

Admite la tesis de la proveedora

El decreto firmado por el vicepresidente de Medio Ambiente, Eloi Badia, también reconoce que la “disfunción” se produjo por cumplir con lo establecido en el Reglamento del Servicio Metropolitano del Ciclo Integral del Agua tal y como ha defendido hasta la fecha la proveedora. Es decir, que se optó por una lectura estimada porque el confinamiento impidió que los trabajadores de Aigües de Barcelonase desplazaran hasta los domicilios para realizar la lectura física de los contadores. Colau ha avanzado que el 52% de los hogares de la capital catalana no disponen de un aparato de telelectura y se debe realizar de forma manual. 

El Gobierno metropolitano incluso admite que es la declaración del estado de alarma que entró en vigor el 14 de marzo la que propició que Aigües de Barcelona “adoptara una serie de medidas” para colaborar en la contención de la crisis sanitaria.

Informe interno del Área Metropolitana

Cabe tener en cuenta que la norma madre que fija cómo se debe facturar el consumo del agua no contempla en ninguno de los escenarios una crisis sanitaria como la que se ha vivido por la pandemia mundial. Cuestión que el Área Metropolitana también reconoce en el Informe del Servicio de Supervisión de Concesiones en el que se basa el decreto.

En él, también se admite que el confinamiento ha provocado que los “hábitos de consumo de algunos usuarios domésticos se hayan visto alterados” de forma notable. Es decir, que han consumido más agua y que en algunos casos concretos esto ha disparado su recibo del agua porque han pasado de tramo de consumo. El diseño del suministro del agua metropolitano se basa en la tesis de que el agua es un recurso escaso y que cuando más se usa más cara es, una fórmula que intenta propiciar un uso racional. 

Complejidad jurídica

Fuentes jurídicas señalan que Colau y Badia tenían poco margen para ir más allá con el correctivo que habían anunciado. Señalan que el decreto hubiera incurrido en una falta administrativa si chocaba con el reglamento del servicio.

Se trata de una cuestión técnica que no es menor y que explica en gran medida que el pulso contra Aigües de Barcelona se quede en el plano político. Tanto en las declaraciones de la alcaldesa como en las de Badia al anunciar la firma del decreto. El político ha insistido en que la subida de impuestos metropolitanos y locales y la introducción de un nuevo gravamen municipal en la factura del agua este verano ha tenido un impacto neutro en la polémica ciudadana, cuestión que repiten los miembros de BComú y que no les ha librado de las críticas ciudadanas