Carles Puigdemont, en la presentación de su libro por vía telemática / EP

Carles Puigdemont, en la presentación de su libro por vía telemática / EP

Política

Puigdemont humilla al PDECat antes de constituir su nuevo movimiento político

El expresidente confía en que agrupaciones enteras de exconvergentes se diluyan a partir de este sábado en JxCat

25 julio, 2020 00:00

De la peor manera posible, hecho que puede provocar resultados inesperados. Carles Puigdemont pone en marcha este sábado su proyecto político tras humillar al PDECat, que no ha podido lograr ningún acuerdo que pasara por un mínimo reconocimiento. Ello ha llevado al presidente de la formación, David Bonvehí, a enviar una vídeo-carta a la militancia en la que señala que “ha sido imposible cualquier acuerdo”, y eso plantea ahora una disyuntiva: la huida de militantes al nuevo partido --los colaboradores de Puigdemont señalan que se dan de baja agrupaciones enteras-- o el reflujo hacia el PDECat por parte de los que tienen responsabilidades profesionales y viven de sus cargos en ayuntamientos, diputaciones y otros organismos públicos.

La guerra es abierta y puede dejar serias dudas a Puigdemont sobre su paso hacia adelante. Marc Solsona, alcalde de Mollerussa y portavoz del PDECat, fue directo y claro al advertir que quienes se afilien al partido de Puigdemont deberán “darse de baja” de las siglas exconvergentes. Su planteamiento lo rebatió Elsa Artadi, una de las más fieles a Puigdemont, que dejó esa cuestión abierta hasta que finalice el proceso de construcción del partido, el 3 de octubre. ¿Pero se puede mantener la doble militancia cuando en un partido, como el de Puigdemont, se ha indicado que no se tolerará ninguna cuota y que se exige la autodisolución?

El líder de JxCat, Carles Puigdemont / EFE

El líder de JxCat, Carles Puigdemont / EFE

Sin doble militancia

La advertencia de Solsona se complementó con una carta de la responsable del área de asociados del PDECat, Vanessa Farré, en la que ésta señala que quienes tienen un cargo orgánico o una relación laboral con el partido “están sujetos al deber de secreto y confidencialidad de los datos personales a que tienen acceso”. Es decir, ninguna “frivolidad” ni “facilidad” para el partido de Puigdemont.

En el entorno del expresident eso no preocupa demasiado. No le da ninguna importancia al PDECat, pero sus principales alcaldes no desean verse doblegados. “Muchos de ellos pueden aguantar, porque acaba de iniciarse el mandato municipal, y no quieren saber nada de Puigdemont”, señala una fuente del PDECat. ¿Qué quiere decir? Que el poder institucional, o una parte de él, no lo tendrá Puigdemont.

¿Colaboración con el PNC de Pascal?

Bonvehí, tras esa advertencia, convocó al consejo nacional del partido para el 30 de julio. La idea inicial era que ese consejo serviría para demostrar que la militancia y los cuadros medios están con Puigdemont. Bonvehí, según las fuentes consultadas, podría verse superado, pero tendrá un grupo de dirigentes y de alcaldes que querrán seguir adelante.

Y en ese momento se presentará el reto. ¿Qué hacer? Aunque las relaciones entre Bonvehí y Marta Pascal no son buenas, lo que se plantea es una colaboración entre un PDECat diezmado, pero con cargos públicos, y el Partit Nacionalista de Catalunya, el PNC, que dirige Marta Pascal.

Marta Pascal, en Girona, donde se ha dirigido de forma telemática a los nuevos militantes del PNC / EP

Marta Pascal, en Girona, donde se ha dirigido de forma telemática a los nuevos militantes del PNC / EP

Puigdemont y el deseo de alargar la legislatura

Ese grupo político sería el encargado de minar una parte de voto de Junts per Catalunya y dificultar las cosas seriamente a Puigdemont para superar a ERC. Eso es lo que está en juego.

Pese a todo, el expresidente convocará este sábado el inicio de un proceso que conducirá a la construcción de un nuevo partido en los próximos meses. Puigdemont tratará de gestionar el tiempo, con la idea de que se pueda alargar la legislatura. Y para ello puede utilizar el argumento de la pandemia del Covid-19, que está afectando seriamente a Cataluña.

Aunque el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, tiene fecha de caducidad --la sentencia del Tribunal Supremo que lo inhabilitará será a mediados de septiembre--, Puigdemont acaricia la idea de mantener la legislatura con otro candidato de Junts per Catalunya. Pero ahí se acabó la fiesta, porque ERC no quiere más tretas y pedirá elecciones al minuto siguiente de que se pronuncie el Supremo.