La Consejería de Educación de la Generalitat aprobó en plena pandemia la subida de los precios de los menús escolares, que confirma a Cataluña como la comunidad autónoma española con precios más caros junto a Baleares. Asociaciones de padres de alumnos han criticado duramente este incremento, que ya comienzan a aplicar consejos comarcales como el del Alt Urgell.
Según los datos de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA), Cataluña y Baleares son las comunidades con los menús escolares más caros. La comunidad catalana empezó el curso 2019-2020 con un precio por menú de 6,20 euros, una cifra que permanecía congelada desde 2008. Sin embargo, la Consejería de Educación ha elevado ese precio hasta 6,33 euros, lo que supone un aumento del 2%, superando así a Navarra. Lo ha hecho en plena pandemia, concretamente el pasado 1 de abril, según se publicó en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC).
En el caso de los comensales esporádicos --menores que comen menos de tres días a la semana, o dos en Secundaria--, la tarifa pasa de 6,80 a los 6,96 euros por día.
"Medida precipitada pactada con la patronal"
El incremento fue duramente criticado por la Federació d’Associacions de Mares y pares d’Alumnes de Catalunya (FAPAC): “Consideramos una falta de respeto que se tome esta decisión en la situación actual”. Denunciaron que el acuerdo se había “cerrado precipitadamente en un momento en el que los comedores sociales han tenido que cerrar y muchas trabajadoras se han quedado sin trabajo”.
Según FAPAC, “la negociación solo se ha hecho con la patronal y no se ha tenido en cuenta la opinión ni las necesidades de las familias. No hay ninguna garantía que este incremento en el precio repercuta en un aumento de los salarios de las trabajadoras ni en una mejora del servicio”.
Subida de precios en el Alt Urgell
El pasado 2 de junio, la junta de gobierno del Consejo Comarcal del Alt Urgell aprobó una propuesta de subir los precios de los menús escolares para el próximo curso a todos los centros escolares de la comarca. La iniciativa contó con los votos a favor de todos los consejeros de Junts per Catalunya y ERC, y el único voto en contra de la consejera de Compromís, Carlota Valls, quien alegó que en un contexto de crisis, era necesario estar al lado de las familias. Valls tildó la medida de “inapropiada y equivocada”, pues a su juicio solo beneficia a las empresas gestoras de los comedores.
La propuesta se presentó al amparo de un supuesto estudio de costes elaborado por la empresa pública Iniciativas Alt Urgell, SA (IAUSA). Esta sociedad aplicó un ERTE a sus trabajadores a consecuencia del cual el presidente de la empresa dimitió.
FAPAC siempre ha rechazado el modelo actual de externalización del servicio de comedor porque ha permitido que empresas de catering hagan negocio y ahora se hayan convertido en un lobby muy potente que difícilmente saldrán del sistema.
El Departamento de Educación comenzó el curso gestionando 100.000 becas de comedor en Cataluña (70 millones de euros del presupuesto). La solicitud de la beca se inicia en la secretaría del centro escolar, que tramita a través de los consejos comarcales o ayuntamientos, previo informe de asistentes sociales, el expediente de solicitud. Presentada la solicitud de beca y asesorada la familia en el mismo centro, la resolución de la aprobación de la concesión del 50%, 80% o 100% de cobertura de la prestación se da en los primeros tres meses de inicio del curso escolar.
Tarjetas monedero
A consecuencia de la crisis del Covid-19, las administraciones se plantean extender esas ayudas. De hecho, cuando comenzó el confinamiento, el Govern repartió 160.000 tarjetas monedero a aquellos beneficiarios de becas comedor para cubrir las necesidades de los alumnos más desfavorecidos durante el estado de alarma.
FAPAC rechaza el sistema de becas porque dependen de partidas presupuestarias que varían en función del gobierno de turno. Como alternativas, proponen modelos más estables, como un sistema de tarifación social, según la renta familiar; fomentar el uso de la fiambrera --sobre todo en zonas rurales que no resultan 'rentables' a las empresas de catering-- o que sean los propios maestros quienes presten el servicio.
La subida del precio del menú escolar fue debatida en la Comisión de Educación celebrada de forma telemática en el Parlament. “¿De verdad cree que era necesario hacerlo ahora?”, preguntó la diputada de Ciudadanos, Sonia Sierra, al consejero Josep Bargalló, quien alegó que, de esta manera, se podría aumentar el sueldo de los trabajadores y también la becas comedor.