Que la actividad económica en Barcelona se mantenga en suspenso puede ser letal para la economía catalana. Así lo advierte el sector empresarial en referencia a unos criterios de desescalada del confinamiento tan confusos como opacas son las medidas previstas por el Govern y el Ayuntamiento de Barcelona para minimizar esos daños.
Tras conocerse que el paso de la fase 0 a la fase 1 va para largo en la conurbación metropolitana, dado que la Generalitat incluso baraja la posibilidad de subdividir las áreas sanitarias barcelonesas, surgen 10 grandes interrogantes al respecto.
Girona, Lleida y Catalunya central, propuestas para la fase 1 / EP
1. ¿Por qué Barcelona será la última en pasar a la fase 1 de desconfinamiento?
Dadas las características de la ciudad de Barcelona es muy probable que, junto a Madrid, sea la última en pasar a la fase 1. Con 1,7 millones de personas residentes en una superficie reducida --la ciudad queda encerrada entre las montañas y el mar--, y con una gran movilidad, el riesgo de contagio sigue siendo muy alto. Sin embargo, Barcelona y su conurbación tienen a su favor disponer de los mejores centros hospitalarios de Cataluña.
2. ¿Qué criterios se siguen para pasar de una fase a otra?
La composición del grupo de expertos de la Generalitat siempre ha sido una incógnita, mientras que los criterios utilizados por el Gobierno español sobre la desescalada tampoco han sido un alarde de transparencia. Pero, según ha explicado la Consejería catalana de Salud, los indicadores para decidir el cambio de fase incluyen, en un primer grupo, la descripción del territorio, sus datos epidemiológicos, sus capacidades asistenciales, el nivel de vigilancia epidemiológica o la identificación de puntos de especial riesgo como pueden ser las residencias. El otro grupo de criterios son las medidas de protección colectiva, como el mantenimiento de todas las medidas de distanciamiento e higiene.
En base a todo ello, se establece un índice que clasifica el riesgo de rebrote en cuatro categorías: bajo (valor menor a 30), moderado (entre 30 y 70), moderado-alto (entre 70 y 100) y alto (más de 100). Para pasar a la fase 1, hay que estar por debajo de 30. Barcelona y su área metropolitana --donde se concentra el 60% de la población de toda Cataluña--, no lo están porque, según el Govern, la Ciudad Condal se mantiene por encima de 90. Es decir que, a diferencia del resto de áreas sanitarias, el cambio de fase tendrá que esperar. Y no se descarta subdividir las regiones barcelonesas.
3. ¿Se pudo actuar antes?
El Consejo Asesor de la Salud, formado por expertos que asesoran a la Generalitat, emitió un informe en el que aseguran que la administración catalana infravaloró la pandemia. El contundente documento subrayaba la ausencia de protocolos y pautas rigurosas para hacer frente a la crisis, falta de coordinación y liderazgo, deficiencias en la previsión de la importancia de la pandemia», falta de disponibilidad de pruebas para diagnosticar la enfermedad y de equipos de protección individual, y falta de previsión de la afectación del Covid-19 en las residencias geriátricas.
4. ¿Qué está haciendo Quim Torra?
Empeñado en convertir la pandemia en un arma arrojadiza contra el Gobierno español, el presidente catalán no ha sido capaz, a día de hoy, de liderar un gran pacto entre agentes sociales, económicos y políticos para hacer frente a la reconstrucción política y social. Torra, que en pocos días pasó de pedir un confinamiento total a exigir una desescalada descentralizada, ha sido muy errático en la presentación de sus medidas de choque. Algo que, en buena medida, se debe a las peleas con sus socios de gobierno, ERC, al frente en las consejerías de Economía, Salud y Asuntos Sociales.
Tras constatar que los presupuestos de la Generalitat para 2020, aprobados el pasado 24 de abril, han quedado desfasados, el Govern se encomienda a modificaciones que, sin duda, conllevarán más endeudamiento, recortes en determinados ámbitos y, según admite el propio consejero Pere Aragonès, posiblemente más presión fiscal. “No vamos a cuestionar las medidas técnicas y sanitarias, pero si se mantiene la fase en Barcelona, el Govern tiene que impulsar medidas económicas mucho más potentes para compensar la suspensión de la actividad. Y no lo está haciendo”, denuncia el presidente del PP catalán. Alejandro Fernández en declaraciones a este medio.
5. ¿Qué está haciendo Colau?
La alcaldesa de Barcelona no tiene competencias para decidir la desescalada, pero forma parte de una comisión bilateral junto al presidente Torra en la que se analizan las medidas que se deben aplicar en esta ciudad, posiblemente la última en pasar a la fase 1. “El coste de mantener esta situación es altísimo para la urbe”, advierte la presidenta del grupo municipal de Ciudadanos en el Consistorio, Luz Guilarte, quien denuncia “la opacidad de Colau y su negativa a compartir esos acuerdos con la oposición”.
Asegura que, el 12 de marzo, Cs advirtió de que el ayuntamiento debía preparar un plan de contingencia, pues ya se conocía lo que estaba pasado en Italia y en China. El 26 de marzo, la formación naranja presentó una serie de propuestas sanitarias, económicas y de movilidad. “Sugerimos siete fuentes de financiación diferentes para compensar una necesaria reducción de los impuestos”, explica Guilarte, quien exige a la alcaldesa que reclame la deuda de 300 millones que le debe la Generalitat a la ciudad.
6. ¿Generalitat y ayuntamiento han rebajado la presión fiscal?
De “acoso tributario” define la concejal de Cs la política fiscal de Ada Colau, que finalmente ha aceptado rebajar las tasas que pagan los bares y restaurantes por las terrazas, pero “es necesario revisar las ordenanzas fiscales y, por ejemplo, reducir la de residuos, ya que los comercios están cerrados”. En cuanto al Govern, los nuevos presupuestos de 2020 contemplan un incremento de los impuestos autonómicos, así como la creación de otras tasas denunciado por el sector empresarial catalán.
El vicepresidente Aragonès no descarta aumentar todavía más esos tributos. Por el contrario, Quim Torra exige a Pedro Sánchez que suspenda del pago de impuestos, como el IVA, el IRPF y el de Sociedades, las cotizaciones a la Seguridad Social y el pago de las cuotas de autónomos, así como establecer una moratoria en el pago de créditos e hipotecas. Algo que no casa muy bien con la petición de una renta mínima universal.
7. ¿Qué reclaman las patronales?
El sector empresarial insiste en que la salud es la prioridad, pero hay que hacer la compatible con una serie de medidas que reduzcan el impacto que la crisis del coronavirus tendrá en la economía y en el empleo.
Foment del Treball advierte de que el cumplimiento estricto de cada uno de los requisitos para la superación gradual de las fases del fin del confinamiento “hará prácticamente imposible” arrancar la actividad económica en las próximas semanas en las principales ciudades. “Esto será letal para la economía”, afirma la patronal.
8. ¿Qué reclaman los sindicatos?
Los sindicatos catalanes reclaman que la crisis provocada por el Covid-19 no la paguen los trabajadores y han advertido de que no permitirán nuevos recortes de salarios, condiciones laborales o en inversiones en los servicios públicos, pues intuyen que el Govern estará tentado de reducir partidas presupuestarias.
Y ante la vuelta al trabajo, en Barcelona todavía incierta en muchas pequeñas y medianas empresas, exigen la adopción de medidas de seguridad para los trabajadores. Instan, asimismo, a adoptar medidas para evitar la destrucción de empleo y que se prorroguen las ayudas.
9. ¿Qué reclaman los partidos políticos?
PSC, Ciudadanos, PP e incluso En Comú Podem --que pactó la reforma fiscal con el Govern-- proponen planes de choque para hacer frente a la crisis. Los llamamientos a la unidad se repitieron ayer, ya que tras confirmarse que en el área metropolitana de Barcelona no se cambiará de fase y, por tanto, la actividad económica se mantendrá paralizada, los partidos instaron al presidente de la Generalitat a ir más allá de su prometida comparecencia parlamentaria para dar explicaciones.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, reclamaba la creación de una comisión en el Parlament para afrontar conjuntamente los estragos, preferible a un pleno.
10. ¿Qué sector económico es el gran olvidado?
Sin duda, es el turismo, que es precisamente uno de los sectores económicos más potentes de la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona ha creado varias comisiones para analizar los efectos del coronavirus, pero se ha olvidado de crear una específica sobre turismo --se abordará en la dedicada a economía--.
Ciudadanos y PP han pedido al Govern que aplace el pago de la nueva tasa turística que comtemplan los presupuestos de la Generalitat. Y precisamente ayer, la Cámara de Comercio de España remitía al Gobierno un informe sobre la delicada situación del sector, que incluye una serie de propuestas como aplazamientos fiscales, medidas de flexibilización en materia laboral e incentivos para recuperar la atracción de España como destino, como la rebaja al 7% del IVA gravado a los servicios del sector.