Un alto cargo de Trump: "Hay pruebas suficientes" de que un laboratorio chino creó el coronavirus
El secretario de Estado de EEUU defiende que la pandemia es un ejemplo más del "clásico esfuerzo de desinformación comunista"
3 mayo, 2020 18:14Mike Pompeo, el secretario de Estado de Estados Unidos, no solo está convencido de que el coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan, sino que asegura que hay pruebas que demuestran tal afirmación. En una intervención televisiva en la cadena norteamericana ABC, el alto cargo político del Gobierno de Donald Trump acusó al Gobierno chino de haber ocultado información sobre el virus, creando la pandemia mundial actual.
"Fue un clásico esfuerzo de desinformación comunista", expresó Pompeo en referencia a la gestión del coronavirus por parte de China y de cara al exterior de sus fronteras. Y, además, defendió que la clase gobernante "hizo todo lo posible para asegurarse de que el mundo no se enterara a tiempo" de la peligrosidad del Covid-19.
Pruebas contra China
No es la primera persona que defiende la teoría de que el SARS-CoV-2 fue creado por científicos chinos --aunque sí la que lo hace respaldado por una investigación sobre ello--. El virólogo Luc Montagnier, ganador del premio Nobel de Medicina en 2008, aseguró que era "imposible" que el virus se hubiera originado de forma espontánea y señaló que su dispersión podría haber sido consecuencia de un "fallo" en el proceso de "fabricación" en un laboratorio.
Las palabras de Pompeo se respaldan en el documento de investigación dado a conocer por Five Eyes, la alianza de agencias de inteligencia de EEUU, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia.
El Covid-19 'nació' en el Instituto de Virología de Wuhan
Según el dossier de Five Eyes, el coronavirus se originó en el Instituto de Virología de Wuhan, que se sitúa cerca del lugar en el que el Gobierno chino defiende que se detectó el primer indicio de este virus. Las agencias de inteligencia detallan que ya en 2013 los científicos trabajaban con una muestra con un 96% de coincidencia genética con el SARS-CoV-2 y que conocían la posibilidad de transmisión de murciélagos a humanos.
Además, incluye el escrito que el Gobierno chino incurrió en una "negación mortal" sobre el contagio entre humanos durante los primeros estadios de propagación de la enfermedad. A pesar de que tenían pruebas de ello "desde principios de diciembre".