Las competencias son de la Consejería de Educación de la Generalitat, pero son los ayuntamientos los que acuden al rescate de los alumnos más desfavorecidos durante esta crisis del coronavirus. Numerosos consistorios han atendido la petición del departamento para que colaboren en el reparto de ordenadores y conexión a internet a los niños y jóvenes que han vuelto a clase de forma virtual.
Previamente, los alcaldes ya habían asumido el reparto de 160.000 tarjetas monedero a los beneficiarios de las becas comedor, colapsando unos servicios sociales que han estado entregados a atender a las personas mayores y en riesgo de exclusión desde el inicio de la pandemia. Más duradera en el tiempo es el coste de las guarderías que, durante años, han asumido los municipios desde que Artur Mas decidió reducir a cero las ayudas a las escoles bressol. El Covid-19, tal como denuncia el sector, amenaza con el cierre de una buena parte de estos centros.
El caos de las tarjetas comedor
Muchos ayuntamientos metropolitanos habían centrado todos en dar respuesta a las emergencias sociales y los colectivos más vulnerables, como las personas mayores. Sin embargo, la Generalitat delegó en ellos para distribuir 160.000 tarjetas monedero a los beneficiarios de las becas comedor. Lo hicieron con personal propio y en muchos casos las direcciones dadas por el Departamento de Enseñanza eran incorrectas. A día de hoy, hay familias que no han accedido a ellas todavía. En algunos consistorios, como el de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) --donde hay 7.000 beneficiarios-- se enviaron a domicilio con la finalidad de evitar aglomeraciones en dependencias municipales en plena pandemia.
Pero es que, el pasado 6 de abril, el Govern solicitó a los ayuntamentos su colaboración en la lucha contra la brecha digital. El Departamento de Educación tiene la competencia y el deber de garantizar la escolarización y el derecho a la educación a niños y jóvenes en la etapa obligatoria, también en período de confinamiento. También es responsable del acceso a la educación en igualdad de oportunidades.
Vuelta al cole virtual
El día 14, los alumnos catalanes reanudaron sus cursos de forma virtual, pues así lo determinó la Consejería, a pesar de que, según habían advertido padres y pedagogos, no todas las familias pueden ocuparse de sus hijos durante el confinamiento ni todas disponen de internet. De ahí el peligro aumentar la segregación escolar en una comunidad que, junto a Madrid, encabezan la lista de desigualdades educativas en España.
Pese a no ser competentes en ello, muchos ayuntamientos han puesto a disposición de los escolares PC o tabletas, y han ofrecido tarjetas de datos para dotar de conectividad a niños y jóvenes de su municipio para que puedan acceder con igualdad a la educación. Lo han hecho con recursos propios. El Ayuntamiento de Sabadell, por ejemplo, ya ha anunciado que facilitará dispositivos electrónicos a los alumnos que lo necesiten para poder cubrir la demanda que no pueda satisfacer el plan de la Generalitat. También lo harán los consistorios de Castellar o el de Cerdanyola, que ha iniciado una campaña de recogida de dispositivos electrónicos destinados a usos educativos. En Sant Cugat del Vallès, un proyecto similar pretende que todos los alumnos estén conectados.
Combatir las desigualdades educativas
La diputada y portavoz de educación de PSC-Units, Esther Niubó, ha propuesto una serie de medidas para compensar las desigualdades educativas a desarrollar de forma inmediata, este verano y también para el curso 2020-2021, que va más allá de la brecha digital. Pues además de recuperar el Plan EduCat 1x1 consistente en proporcionar un portátil por alumno –fue impulsado por el gobierno tripartito, pero Artur Mas lo frenó en 2011--, los socialistas proponen libros de texto gratuitos, restituir la sexta hora, potenciar la escuela inclusiva y un plan de refuerzo de la etapa educativa de 0 a 3 años.
Son precisamente las guarderías otro de los ejemplos del esfuerzo que realizan los ayuntamientos para compensar los recortes del gobierno de CiU, que redujo a cero la financiación de esos centros. Varias sentencias judiciales han reconocido el derecho de los consistorios a cobrar de la Generalitat el dinero que han pagado durante años. A la espera de que se aprueben los presupuestos de la Generalitat para 2020, la gran excusa para no realizar esos abonos, la situación de las escoles bressol comienza a ser preocupante. La Associació Catalana de Llars Infantils dio la voz de alarma la semana pasada al advertir de que la supervivencia de estos centros dependen de la ayuda del Govern.
Guarderías al limite
La diputada de Ciudadanos en el Parlament, Sonia Sierra, avisó de que "muchas guarderías se encuentran en una situación de máxima gravedad y desaparecerán si no se ponen en marcha medidas urgentes". Por ello, Sierra ha reclamado medidas como las subvenciones ya otorgadas del curso 2018-19 pendientes de pago, la tramitación y el pago urgente de las que corresponden al curso 2019-20 y la condonación temporal de algunas obligaciones tributarias.
"El Govern eliminó en 2014 sus aportaciones a la educación de 0 a 3 años así que, después de no conceder ni un euro en los últimos seis años, ya es hora de que la Generalitat haga algo para que no acaben cerrando muchos centros", ha declarado. Sierra también ha presentado una propuesta de resolución para la revisión y ampliación de las partidas económicas destinadas a las becas comedor. Por un lado, aumentar la dotación económica con el objetivo de ampliar a los beneficiarios por la crisis del Covid-19. Y por otro, revisar los baremos y los umbrales de renta para permitir a los progenitores y familias afectadas por la crisis económica derivada de la pandemia, el acceso a las becas comedor.