El independentismo ha aprovechado una crisis sanitaria sin precedentes, como es el coronavirus, para intensificar sus diatribas contra el Gobierno español. Lo hace a base a informaciones, cuando menos tergiversadas, pues en algunos casos son falsas. Y con TV3 al servicio de esa ofensiva.
Al bulo sobre la presencia del Ejército en Cataluña, se une la falsa incautación de mascarillas por parte de la Guardia Civil, la reclamación de un confinamiento total sin explicar en qué consiste, la recentralización de competencias, que tampoco concretan, o las embestidas contra el Rey por la investigación abierta a su padre. Todo ello permite al Govern abundar en la idea de un Estado opresor y demófobo.
1. La orden de intervenir mascarillas
La consigna de los independentistas, difundida al más alto nivel por medios públicos y privados afines del soberanismo, sobre una supuesta orden de intervenir mascarillas y guantes por parte del Gobierno, ha hecho las delicias del activismo radical. No es cierto que el Ejecutivo español haya dado una orden al respecto, pero al Govern le da igual. En sus comparecencias, los consejeros de la Generalitat han abundado en la idea de la falsa confiscación de material por parte de la Guardia Civil, que en realidad, tal como publicó Crónica Global, se limita a pedir documentación para garantizar que esos artículos están homologados y evitar que se exporten al extranjero.
Fuentes sanitarias han expresado hasta medio su indignación ante esa manipulación del Govern, dado que no es ese el problema que actualmente tiene el sistema sanitario catalán.
2. El Ejército desplegado en Cataluña
Otro bulo que dirigentes independentistas se han dedicado a extender estos días, y que el Govern no solo tolera, sino que alimenta con sus críticas al despliegue militar en las ciudades catalanas. Hasta ahora, las fuerzas armadas no han intervenido en Cataluña –si lo han hecho en el País Vasco--, aunque pueden hacerlo en base al decreto de Estado de Alarma.
Pero al igual que el caso de la Guardia Civil, se atribuye al Ejército la confiscación de mascarillas. No es cierto. Pero lo más curioso es que, tal como citó ayer el presidente Pedro Sánchez en el Congreso, un alcalde independentista, el del Montblanc (Tarragona) pidió ayuda al Ejército para reconstruir un puente, según publicó este medio.
3. La recentralización de competencias (otro 155)
Es otro mantra independentista, que no es nuevo, pero que ahora se ha intensificado tras el decreto de Estado de Alarma aprobado por el Gobierno español. El Govern no concreta qué competencias se les ha retirado, porque no es cierto que eso haya ocurrido, por mucho que comparen la situación a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en respuesta al desafío independentista. Las contradicciones son constantes.
Aseguran haber confinado Igualada (Barcelona), aunque en realidad se trata de un control de los accesos a esta zona que la Consejería de Interior puede hacer porque tiene competencias para ello. El Gobierno no ha cuestionado esta medida, como tampoco impide que las comunidades autónomas puedan intervenir la sanidad privada si la pública se colapsa.
4. ¿Qué es eso del confinamiento total?
Tampoco aclara el Govern qué significa ese confinamiento absoluto que reclama, cuando las medidas aplicadas ya son, de por sí, muy duras. La Consejería de Interior hace balance cada día de las actas levantadas contra locales que incumplen la orden de cierre, o personas multadas por saltarse el confinamiento.
El Govern, que insiste desde el inicio de la crisis en el cierre de fronteras, se jactó de ser el ideólogo de esa medida cuando el Ejecutivo español anunció el restablecimiento del control de las fronteras terrestres. Aunque lo hizo porque así lo recomendó la Comisión europea.
5. El Rey, como contrapeso del coronavirus
El independentismo se lamenta de que la investigación sobre las cuentas del rey emérito Juan Carlos haya trascendido en plena crisis del coronavirus. Ven cortinas de humo y una oportunidad perdida para arremeter contra el Estado opresor, en el que incluyen a la monarquía. De ahí que, ayer, Junts per Catalunya, Crida Nacional, PDeCAT, CUP y ERC, se hayan sumado en bloque a la cacerolada contra el discurso televisado de Felipe VI.