El exconsejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha criticado el trato recibido en el prisión de Navalcarnero, cuando fue trasladado a Madrid. Denuncia que al llegar le quitaron las gafas y le amenazaron con que él y el resto de políticos se iban a "pudrir en la cárcel".
Rull ha detallado, en una entrevista este miércoles en Rac1, que al llegar a la prisión madrileña le esperaban tres funcionarios que empezaron a maltratarlo. El político narra una serie de amenazas que le lanzaron, tales como “se os ha acabado la tontería, catalanes”, “os vais a pudrir en la cárcel toda la vida por traidores” y otras más personales como “te vas a pasar tantos años aquí encerrado por traidor que te vas a aprender este auto de memoria”, en referencia al informe previo por el que fue juzgado en el Tribunal Supremo”.
Amenazas y racismo
El exconsejero del JxCat asegura que cuando le hicieron las fotos se metieron con él: “Menudo careto que haces”, le dijeron. Según su versión, los trabajadores de la cárcel llegaron a amenazarle con que iban “a pasar esta foto a los telediarios para que todos los españoles puedan ver la cara que hacen los traidores”.
Asimismo, el político condenado a 10 años y medio de prisión por sedición acusa a los funcionarios de islamófobos. Afirma que se sorprendieron al ver que llevaba una cruz colgada y de que fuera cristiano, y le advirtieron de que “España se ha construido a partir de la cruz” pero que “Cataluña esta llena de moros” y que eran afortunados porque, “aunque nos odiéis, vuestros hermanos españoles iremos a Cataluña a salvaros”.
Medios sin moral
Estas no han sido las únicas acusaciones que ha vertido Rull durante la entrevista. Ha llegado a criticar a los medios que denuncian el trato de favor que reciben los políticos en Lledoners de ser “gente que no tiene límites morales”. Preguntado si cree que toda España piensa igual y por tanto merecerían, para él, estas palabras, ha sentenciado: “El silencio es ensordecedor”.
También ha aprovechado los micrófonos para poner en duda la separación de poderes en España. Asevera que el juez instructor del Tribunal Supremo encargado del juicio del procés, Pablo Llarena, ordenó de nuevo su encarcelación preventiva después de que el entonces ministro de Justicia, Rafael Catalá, declarara públicamente que se les debía suspender y para ello ordenar su entrada en prisión.
Artículo 100.2
Tras lanzar estos mensajes, el exconsejero de Territorio avanzado que ha solicitado un permiso para salir de Lledoners a trabajar y hacer un voluntariado acogiéndose al artículo 100.2 del reglamento penitenciario, como ya hicieran siete de los nueve políticos independentistas.
En referencia a la oposición que ha presentado la Fiscalía a la concesión de estos permisos, acusa al ministerio público de actuar por “venganza contra todos aquellos que sean capaces de discrepar de los planteamientos del Estado profundo” y tilda de “ignominioso en términos humanos” su informe sobre la liberación de la exconsejera Dolors Bassa.
Presente y futuro
Rull no coincide con la exconsejera fugada en Escocia Clara Ponsatí que, el pasado sábado en Perpiñán, tildó la mesa de diálogo como engaño: “No es una engañifa”. Aun así, subraya que debe transformarse en negociación y se muestra cauteloso con los avances. A quien sí apoya es al expresidente huido a Bélgica Carles Puigdemont y comparte que la movilización debe continuar al margen del diálogo.
Sobre las futuras elecciones y el futuro del JxCat, el exconsejero reconoce que debe haber un “reordenamiento del espacio” y apuesta que las siglas sean las de Junts per Catalunya, lo que dejaría al margen las del PDeCAT, creado por Artur Mas para tapar la corrupción de Convergència (CDC).