La consejera de la Presidencia de la Generalitat, Meritxell Budó, acusó a la CUP en 2016, cuando era alcaldesa de la localidad barcelonesa de La Garriga, de ser unos "fachas de izquierdas" por querer "imponer como un Hitler o un Stalin vulgares". "Es como los nazis marcando con una estrella a los judíos. Una Inquisición", decía en aquella época Budó sobre quienes después facilitaron en el Parlament la investidura de Quim Torra, como ya habían hecho antes con Carles Puigdemont.

Así lo denunció la dirigente de JxCat en un chat de Whatsapp con representantes locales de la antigua CDC, según se recoge en un informe de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso Efe, en el marco de la investigación sobre el supuesto desvío de subvenciones públicas por parte de la Diputación de Barcelona hacia entidades afines al partido.

"Fascistas"

"¿Habéis visto a los fascistas de izquierdas de la CUP, poniendo cara y nombre a un ciudadano de Barcelona? Señalándolo y diciéndole 'vendremos a por ti. Prepárate'?", pregunta Budó la tarde del 2 de junio de 2016 en un grupo en el que participan, entre otros, el exconsejero de Interior Joaquim Forn o el alcalde de Tordera, Joan Carles García Cañizares, detenido de 2018 por su supuesto vínculo con la trama corrupta de desvío de fondos.

La actual portavoz del Govern hizo ese comentario después de que unos 200 miembros del colectivo okupa llevaran a cabo un escrache en el centro de Barcelona ante una de las oficinas del propietario del "banco expropiado" del barrio de Gracia de Barcelona, que había sido desocupado días antes en medio de una fuerte polémica, y llevaran máscaras con el rostro del empresario.

Meritxell Budó, consejera de Presidencia del Govern / EFE

A pesar de que esa concentración no fue convocada por la formación independentista, algunos de sus representantes, como las entonces diputadas Anna Gabriel y Eulàlia Reguant o los entonces concejales de Barcelona Josep Garganté y María José Lecha, habían dado apoyo públicamente al "banco expropiado".

De hecho, Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, se adhirió al manifiesto que pedía la reapertura de la entidad y algunos de sus miembros incluso participaron en el escrache.

"Es como los nazis"

"Esto es como los nazis marcando con una estrella a los judíos. Una Inquisición hoy en Cataluña", sostuvo Budó, quien tachó a los representantes de la CUP de "fachas de izquierdas" porque, según enfatizó, "quieren IMPONNNER como un Hitler o un Stalin vulgares".

Y agregó: "¿Cómo se puede permitir que esto pase en nuestra casa hoy? ¿Quiénes son estos fachas para decirnos qué tenemos que hacer y qué no? Esto se admitiría si lo discutiésemos democráticamente en un foro o en un parlamento".

"La gente normal se está cansando"

La actual titular de Presidencia alertó también de que "la gente normal se está cansando mucho", un comentario que recogía el malestar en filas convergentes por el veto de la CUP a los presupuestos de la Generalitat, que dependían entonces de su visto bueno --y que acabarían dando--.

Una foto de archivo dl diputado de la CUP Carles Riera saludando a Quim Torra en el Parlament / EFE

El mismo día en que se produjo esta conversación, el Govern --que lideraban en coalición CDC y ERC, tras haber concurrido juntos en las elecciones de 2015 en la lista de JxSí-- y la CUP habían mantenido una reunión sin avances porque estos últimos veían insuficientes las propuestas y decidieron mantener su enmienda a la totalidad al proyecto de cuentas.

"Minoría radicalizada"

Por eso, el exportavoz del PDeCAT en el Ayuntamiento de Barcelona Jaume Ciurana, opinó en el chat que el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, debería abrir conversaciones con todos los grupos para aprobar los presupuestos.



"Queremos llegar a la independencia con un país funcionando, no un país paralizado por una minoría radicalizada", recalcó antes de que Budó apostillara: "Ya tardamos en hacerlo".

Puigdemont logró finalmente el aval de la CUP a las cuentas del Govern después de someterse en septiembre de 2016 a una cuestión de confianza, en la que propuso una votación al año siguiente sobre la independencia de Cataluña, con su promesa de "referéndum o referéndum".

"No bajarse más los pantalones"

En el chat, uno de los miembros del grupo avisó de que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo había denegado a la diputación una subvención "por haber presentado la documentación en catalán" y valoraron si filtrarlo a la prensa y qué medidas emprender.

"Pedir a Puigdemont y (Oriol) Junqueras que no se bajen más los pantalones... ya sólo les quedan los calzoncillos", señaló Budó al respecto.

La causa que dirige el juzgado de instrucción 1 de Barcelona investiga las subvenciones supuestamente irregulares concedidas por la diputación a entidades como Catmón e Igman, afines a la extinta CDC y vinculadas al actual diputado de JxCat Francesc de Dalmases.