Los riesgos del asociacionismo identitario en Cataluña

Asociacionismo identitario homogéneo, guetización, aislamiento social y segregación. Estas son las principales amenazas que hoy tiene la sociedad catalana, donde los cambios sociales y demográficos ponen a prueba la convivencia.

Así lo advierten Joan Antón-Mellón y Elisenda Antón Carbonell, expertos en Teoría Política y Políticas Públicas, en el informe Retos de la gestión de la diversidad en las ciudades del siglo XXI. Una mirada desde la óptica identitaria, intercultural y comunitaria, publicado por Institut de Ciències Polítiques i Socials, adscrito a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Menores Extranjeros No Acompañados (MENA), como los tutelados por la DGAIA, dependiente del Govern / EUROPA PRESS

Los autores, defensores de la mediación comunitaria, dan un toque de atención a los políticos, y apuestan por sustituir el concepto “caduco” de multiculturalidad, que a su juicio “nada tiene que ver con la integración”, por el de “interculturalidad”.

Cambios en la sociedad catalana

Afirman los expertos que, en la actualidad, diversos factores demográficos, sociales y económicos están provocando notables cambios en la sociedad catalana y, en consecuencia, poniendo a prueba la convivencia y la capacidad de derechos, de la ciudadanía y de la política municipal para garantizarla”. En su opinión, “la globalización asentada, las olas migratorias asociadas o un incremento de la exclusión social entre diversos colectivos vulnerables afectan al modelo de convivencia tradicional y al contrato social vigente”.

Todo ello plantea retos para la política local. Pero también para los gobiernos autonómicos, que tienen transferidas competencias en materia de gestión de la inmigración y del proceso de inserción, sobre todo en temas referentes a la educación, salud y bienestar social.

Segregación escolar por nivel socioeconómico / FUENTE: SAVE THE CHILDREN

“Es prioritario, en el diseño de las medidas que puedan favorecer la integración y la convivencia social, generar un sentimiento de pertenencia entre toda la ciudadanía. Este elemento resulta una pieza troncal para garantizar una gestión de la convivencia eficaz y exitosa, por el hecho de que una buena promoción de la integración de la ciudadanía pasa inevitablemente por el reconocimiento recíproco de todos”.

"Nosotros y ellos"

En este sentido, los autores del estudio afirman que “la construcción de este elemento social se basa forzosamente en el abandono de prácticas muy extendidas hoy en día, como el asociacionismo identitario y homogéneo, la guetización y el aislamiento social, o las segregaciones de índole diversa”.

Dicho de otra manera, los expertos consideran que hay que superar el concepto “nosotros y ellos”, potenciando lo que se comparte. Para ello, es necesario sensibilizar a la sociedad.

Toque de atención a los políticos

En el informe hay un toque de atención a los políticos. “A menudo, la interculturalidad queda relegada a un compromiso político, un recurso fácil que no acaba yendo acompañado del concepto de integración bidireccional en el que se busca el reconocimiento mutuo y el fomento de espacios de encuentro, sino que acaba desarrollando políticas asimilacionistas que poco tienen que ver”.

Antón-Mellón y Antón Carbonell son firmes defensores de la mediación comunitaria y de revisar el caduco concepto de multiculturalismo, “que no tiene nada que ver con la integración, en tanto que acepta la diferencia entre inmigrantes y nativos”. Prefieren la “interculturalidad”, pues hace referencia directamente a la capacidad de los inmigrantes y nativos para una interacción fluida y no conflictiva en los contextos de la vida cotidiana”.