El fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Ángel Carballo ha encarado el segundo día de interrogatorio a Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos d'Esquadra, exponiendo la pasividad de algunos agentes del cuerpo durante sus comunicaciones por radio con los mandos el 1 de octubre de 2017, cuando se celebró el referéndum.
Carballo he preguntado al que fuera máximo responsable de la policía autonómica por varias comunicaciones entre efectivos que no concordarían con las instrucciones de interrumpir la votación, declarada inconstitucional. "Informo de que aquí el referéndum ilegal se desarrolla con total normalidad" o “ustedes en punto seguro, ¿lo tienen claro? Ustedes son nuestros ojos. No pueden hacer nada. Si hay intervención --de la Policía Nacional-- se mantienen al margen, no nos quedamos en medio", entre ellas.
Información reservada
Trapero ha reiterado que, al detectar actuaciones concretas de agentes que actuaban en contra de lo indicado por los mandos, ordenó realizar una información reservada de cara a expedientar a los posibles infractores. Para desmontar la acusación ha defendido o bien la actuación de la mayor parte del cuerpo, o ha recordado la falta de efectivos para impedir la votación.
"Dentro del colectivo no sé si 10 ó 20 ó 100, dudo que muchos más, algunos por motivaciones ideológicas, hayan hecho menos, y eso lo tengo que asumir. La mayoría de ellos, su voluntad, su frustración era ver que no podían hacer más. Ni con los otros dos cuerpos policiales --Guardia Civil y Policía Nacional--, teníamos para parar a dos millones de personas. Se me puede hacer culpable de todo, pero cualquier persona lo puede ver", ha argumentado el mayor.
Impedir la votación
Carballo le ha preguntado si "realmente sigue pensando que esos agentes iban a impedir" la votación, a lo que Trapero ha replicado que tiene "muy pocas dudas" de que la "actitud" de los 7.800 mossos y sus mandos "no era otra que tratar de impedirlo".
Trapero, que ha vuelto a referirse al 1-O como "referéndum ilegal", ha incidido en esta idea, añadiendo que "hay que entender esta frustración", puesto que, como ya remarcó en la primera jornada del juicio, los Mossos no cuentan con "suficientes efectivos", pues con los números con que contaban el 1-O iba a haber "200 personas por cada policía". "Yo ya me daba cuenta de que iba a ser muy difícil. Pero que no se pueda no significa que no se quiera", ha justificado.
Pérez de los Cobos
En todo caso, ha querido dejar claro que los Mossos actuaban "bajo la dirección" de un único coordinador del dispositivo policial para el referéndum, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, sugiriendo así que él no era el único responsable en el cumplimiento de la orden judicial de impedir la votación.
Las respuestas de Trapero en este bloque del interrogatorio sobre las comunicaciones internas del 1-O han ido siempre dirigidas a defender la actuación general de sus agentes, salvo "actuaciones incorrectas" que sí reconoce que se produjeron. "Con carácter general, los Mossos hicieron su trabajo, y lo hicieron bien, no hicieron ninguna cosa extraña".